Una gran importancia tuvo en la vida económica, social y cultural de Valledupar el llamado Café La Bolsa. Estaba ubicado en la zona céntrica de la ciudad, en la calle 16 a la que hoy se le dice popularmente calle de los bancos, fue el sitio de reunión de agricultores, ganaderos, políticos, compositores y poetas, en fin de todo Valledupar, en una época en la que esta zona del país pertenecía al Magdalena Grande y se le llamaba la Provincia.
Transcurrían allí buena parte de la vida de los hombres de la ciudad y la región, allí arreglaban negocios, discutían sobre la vida política local y nacional, y hasta componían canciones, de nuestro amplio repertorio y hasta caricatura de carácter político, entre otras cosas.
Mucha agua ha corrido bajo el puente de Hurtado, de la apacible villa de entonces a la ciudad desordenada de hoy, cuando ha llegado a Valledupar la Bolsa de Valores de Colombia.
Con motivo de la conmemoración de los 44 años de la Cámara de Comercio de Valledupar, se abrió en la ciudad un puesto de la Bolsa de Valores de Colombia, con la presencia del Presidente de esa institución, Juan Pablo Córdoba.
Este hecho, más allá de constituir una gran noticia económica, representa también un instrumento que posibilitará cambiar nuestra cultura empresarial y de negocios, en materia de opciones de inversión.
En efecto, representa para los habitantes de Valledupar y el Cesar la posibilidad de invertir en opciones distintas a las tradicionales y que han marcado nuestra idiosincrasia: ganado, tierras y casas.
Para nadie es un secreto que buena parte de nuestra incipiente y escasa industrialización se la debemos al empuje de los santandereanos, paisas, tolimenses y cachacos, entre otros foráneos, que son quienes han montado las pocas industrias y buena parte del comercio con el que hoy cuenta Valledupar y el Cesar.
Ahora tendrán la opción de invertir en acciones y bonos de empresas privadas y mixtas, de los distintos sectores de la economía; como también en papeles de renta fija, como los tradicionales Certificados de Depósito a Término (CDT), entre otros, con las garantías que ofrece una institución como la Bolsa de Valores de Colombia, que cada día ha ganado una mayor importancia en su papel de canalizar el ahorro de los colombianos a la inversión en el mercado de valores.
En buena hora, llega la Bolsa de Valores de Colombia a Valledupar, en momentos en los que se muestra pujante la economía colombiana, y también la cesarense, producto de la explotación del carbón, el crecimiento del sector ganadero y agricultor, ahora con grandes retos y posibilidades con motivo del Tratado de Libre Comercio (TLC).
Los habitantes de Valledupar y los cesarenses, en general, podrán contar, entonces, con ese gran instrumento de la economía moderna como es el mercado público de valores que hoy muestra una dinámica de billones de pesos y vincula a más de un millón de personas naturales, lo que ratifica el buen momento por el que está pasando la economía colombiana cuando, paradójicamente, la economía mundial pasa por una situación de turbulencia. Mucho va, reiteramos, del legendario Café la Bolsa a la Bolsa de Valores de Colombia, en la que ahora se sentirán las brisas del río Guatapurí.