X

Dejemos la codicia, el fariseísmo y el revanchismo

Si no hubiera tanta codicia, fariseísmo y revanchismo, sin duda alguna tuviéramos un mejor país. Pero, lamentablemente, hemos creado una sociedad en la cual estos antivalores son el común denominador de la mayoría de su gente, cuya consecuencia principal es la crítica situación que tenemos, donde vivimos con desconfianza entre todos.

Comencemos con la actual escasez de energía que nos tiene ad portas de un apagón generalizado, cuya prevención requiere de 5 a 10 por ciento de ahorro diario de energía. La responsabilidad de esta crítica situación se le ha endilgado al cambio climático generado por el actual fuerte fenómeno de El Niño, dejando libres de culpabilidad a las empresas generadoras de energía, que vienen recibiendo de los consumidores una gruesa suma de dinero en el pago de sus facturaciones sucesivas, capital que invirtieron en otros negocios diferentes a la de proveer y garantizar el suministro de energía en épocas climáticas desfavorables.

Aunque nos duela a los consumidores de energía, la codicia de estos empresarios nos toca pagarla ahorrando energía con una tarifa desorbitada que incluye la prima denominada cargo por confiabilidad, cuyo objeto es asegurar el suministro de electricidad cuando baja el nivel de las represas que abastecen las hidroeléctricas. Sin embargo, reitero, este dinero de destinación específica lo usaron para más enriquecimiento de sus arcas personales, sin importarles las periódicas carestías del fluido eléctrico que acarrea el fenómeno de El Niño tan perjudiciales para toda la gente del país.

Por el descuido de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG), en lo relacionado con los embalses de agua, ahora sale el Senado en pleno y por unanimidad, pidiendo la renuncia de los comisionados de la CREG.

Tremenda desfachatez con el pueblo que bien sabe que los miembros del Parlamento son tan responsables como tales comisionados con los cuales participan de la repartición de las prebendas de los empresarios generadores de energía.

Otro alboroto son los dimes y diretes entre los militantes del Centro Democrático y altos funcionarios del gobierno, por el encarcelamiento de Santiago Uribe Vélez, hermano del expresidente Álvaro Uribe, máximo jefe del Centro Democrático. Que según explica el ilustrísimo abogado y columnista Hugo Mendoza Guerra, la captura del hermano del expresidente de marras por un supuesto delito cometido 20 años atrás es ¡Una barbaridad! del Fiscal Delegado que la ordenó ignorando el ordenamiento jurídico vigente, dejando la sensación de una retaliación proveniente de órdenes superiores.

Pero a la vez, la respuesta del uribismo es un fariseísmo de alto grado, porque ahora fingen de víctimas, sabiendo que cuando estuvieron en el poder por dos periodos consecutivos actuaban de la misma forma. Esto lo ratifican los casos del exrepresentante Teodolindo Avendaño, a quien la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia condenó a ocho años de cárcel por haber incurrido en los delitos de cohecho propio y enriquecimiento ilícito, al ausentarse del recinto para dar vía libre a la reelección presidencial del doctor Álvaro Uribe en 2004.

El otro caso se trata de Yidis Medina, quien llega a la Cámara de Representantes por tres meses en reemplazo de Iván Díaz Mateus. Ella Participó en la Comisión Primera de la Cámara donde se debatió el proyecto de ley que permitió la reelección de Álvaro Uribe por segunda vez consecutiva, después que Yidis a última hora cambió su voto, lo que originó el escandalo conocido como Yidispolítica. A ambos (principal y suplente) la Corte Suprema los condenó a varios años de prisión.

Categories: Columnista
Jose_Romero_Churio: