En cada ciclo de facturación de energía es común ver en redes sociales a muchos usuarios quejándose porque el recibo de la energía les llegó “por las nubes”. Las quejas van desde cambios de medidor por supuestos fraudes hasta incrementos “injustificados” en la tarifa y en el consumo.
Lo cierto es que ninguna empresa prestadora de servicio público es perfecta. Pero también hay que ser honestos y decir que en Valledupar hay una cultura de fraude muy arraigada, porque “bobo el último” o porque es que “Afinia nos quiere clavar”. Esta es una circunstancia que, aunque nos vendan la idea de que las empresas del interior del país vendrán a salvarnos de los abusos, muy probablemente no cambiará en muchísimo tiempo. Tenemos que salvarnos nosotros mismos.
En el 2014, el expresidente Juan Manuel Santos sancionó la Ley 1715 de 2014 que regula la integración de las energías renovables no convencionales al sistema energético nacional y que establece incentivos para la inversión en energías renovables, como por ejemplo la energía solar.
En la fracasada reforma tributaria presentada en abril de este año se planteaba la eliminación de algunos de esos incentivos, por lo que aún está por verse qué pasará con ellos en la reforma que presentará el Gobierno en los próximos días. Pero teniendo en cuenta el gran recurso solar con el que contamos en Valledupar, aun sin incentivos tributarios, la inversión en energía solar es un gran negocio.
Con la Resolución 030 de 2018 de la CREG (Comisión Reguladora de Energía y Gas), los colombianos pueden inyectar energía a la red de fluido eléctrico de las ciudades, siempre y cuando este no supere los 1.000 kWh de capacidad eléctrica. Esto quiere decir que si usted instala un sistema de energía solar en su vivienda, pero a ciertas horas del día no la consume en su totalidad, esos excedentes que se generan se pueden ir a la red de la ciudad y usted recibirá un pago por esa energía que está produciendo.
Este es un mecanismo que, diseñado correctamente, puede lograr que la facturación por consumo de energía de su vivienda sea de cero pesos; en una vivienda de la costa colombiana, el mayor consumo energético se produce en la noche, es decir, que desde las 6:00 p. m. hasta las 6:00 a. m. su vivienda consumirá energía de la red. Pero si con un sistema de energía solar bien diseñado se logra producir en el día unos excedentes de energía equivalentes al consumo nocturno, su factura por este concepto llegará en ceros.
El sistema debe incluir un medidor bidireccional que pueda medir la energía que sale y la que entra y debe estar registrado y aprobado ante la Empresa de Servicio Público E.S.P, ya que estará interconectado a la red.
El pago de esos excedentes se verá reflejado en su facturación. La CREG es el ente regulador de los precios de energía, y es esta la que determina el precio de Generación del kWh de la red y el de la autogeneración que vale la pena aclarar no es el mismo. Es decir, el precio al que a usted le “comprarán” su energía no es el mismo que usted pagará por la energía que consume. Es por eso que la E.S.P. debe evidenciar en su recibo de energía el “Reconocimiento por excedentes” y deberá incluir las dos lecturas del medidor, como Energía Activa y Energía Reactiva.
Aunque le quiten los beneficios tributarios que estableció la 1715, la inversión en energía solar es ¡un negociazo!, más aún si tenemos en cuenta que los bancos tienen tasas preferenciales para este tipo de proyectos. Lo más importante es conocer más a fondo el tema, realizar los estudios de factibilidad y asesorarse correctamente para no incurrir en faltas ni fraudes. En Valledupar ya hay varias empresas desarrollando este tipo de proyectos.
En lo personal, he tenido oportunidad de ejecutar un proyecto de energía solar en la empresa en la cual trabajo. En abril del 2020 durante el aislamiento preventivo logramos una factura con saldo a favor por los excedentes generados. Hemos calculado que la inversión se recuperará a la vuelta de 4 o 5 años y teniendo en cuenta que la vida útil con eficiencia al 100 % de los paneles solares es de 20 a 25 años, tendremos 15 o 20 años de energía a un costo insignificante.
La invitación es entonces a dejar de quejarnos de Electricaribe, Afinia o el que venga, y tomar acciones que no solo nos ahorrarán dinero, sino que contribuirán a la transición energética de nuestra ciudad y de nuestro país.