Alrededor de 22 jóvenes artesanos que comercializaban sus productos en las calles de Valledupar aceptaron la propuesta de la administración municipal de concentrarse en lo que hoy es el Centro Artesanal Calle Grande para entrar al mercado formal.
A pesar de la desconfianza, Roberto del Río, representantes de estos comerciantes, recuerda: “La región Caribe necesitaba un punto artesanal y una representación de la cultura, solo estaban construidos 18 locales con la figura de contratación por arriendo”.
Este viernes, 20 años después de ese momento, el artesano asegura que están posicionados en el mercado local y regional con las ventas de mochilas, sombreros, instrumentos musicales, vestidos, abanicos,
mantas, accesorios, monumentos en miniatura, abanicos de mano, pinturas en diferentes técnicas, llaveros, camisetas y gorras estampadas con rostros de artistas o frases de canciones, calzado, entre otros productos.
Hoy hay 37 locales, áreas de cafetería e integración social, parqueadero y por lo menos 65 familias que generan ingresos e impuestos desde este núcleo comercial ubicado en la calle 16 con carrera séptima.
Para el presidente de la Cámara de Comercio de Valledupar, José Luis Urón, los ocupantes de Calle Grande “son verdaderos empresarios, han tenido que enfrentar la competencia desleal de aquellos que desarrollan la actividad ilegal en el espacio público”.
Del Río expresa que son 120 empleos directos, entre los artesanos y las personas que producen los diferentes productos desde sus casas. Aunque hay quienes señalan que estos indicadores pueden crecer, los pequeños y medianos empresarios celebran dos décadas de rentabilidad y aporte a la cultura del Caribe.
Por eso, y ante los ojos de la secretaria de Desarrollo Económico y Turismo de Valledupar, María Pía Romero, Urón insiste en que “Hay que humanizar el estatuto tributario para estas actividades comerciales nacientes que hacia el futuro son una verdadera industria”.
Mientras que el Gobierno de Iván Duque hizo referencia a la economía naranja, el actual presidente de Colombia, Gustavo Petro, habla de economía popular comunitaria.
Pero más allá del término, en palabras de Urón, los empresarios necesitan incentivos tributarios para la formalidad y otras condiciones que permitan generar estrategias para atender, por ejemplo, a los turistas nacionales e internacionales que llegarán a la capital cesarense para la Semana Santa y las más de 140 mil personas que arribarán para disfrutar del Festival de la Leyenda Vallenata.
Expertos han reiterado que la cultura es un atractivo turístico que aporta al crecimiento económico de la ciudad, como lo admitió Alejandra Izquierdo, jefa de la Oficina de la Cultura de Valledupar.
Izquierdo instó a los comerciantes a articularse con la administración municipal para desarrollar actividades estratégicas de tipo musical, teatral, de pintura, entre otras, dentro de este pasaje de negocios.
El directivo de la Federación de Comerciantes en el Cesar, Octavio Pico Malaver, agradeció a los artesanos de Calle Grande “por estar haciendo patria a través de las empresas”.
Pero el líder gremial les hizo un llamado de advertencia: “No esperen que la Secretaría de Desarrollo y la de Cultura les arreglen los problemas, empiecen a comportarse como empresarios porque esto es un centro comercial”.
Pico también instó a trabajar por la competitividad “para que esto no se convierta esto otra vez en la ‘Calle del Cesar por donde no se puede transitar”.
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Por Andrea Guerra Peña / EL PILÓN.
@andreaguerraperiodista