Ha publicado la Universidad del Norte (2021) el libro ‘Decires de un heraldo de Caribe’, de Antonio Hernández Gamarra, el economista nacido en Sincé, Sucre. En una presentación del rector, también economista, Adolfo Meisel Roca expone la trayectoria del autor y resalta que corresponde a escritos que hizo para su publicación en EL PILÓN, El Universal y El Heraldo, y en algunos eventos académicos.
Menciona que en marzo de 1981, durante el I Foro de la Costa Atlántica, Autonomía y Desarrollo, organizado por la seccional de la ANDI de Barranquilla – “en esa época aún se hablaba de costa ‘Atlántica’ “, dice Meisel -, que se realizó en Santa Marta, deslumbró con una tesis titulada ‘Perspectivas del desarrollo agropecuario de la Costa Atlántica’ con la que en forma fundamentada y argumentación clara tradujo el gran problema que para el atraso de la región Caribe representó el modelo de industrialización por sustitución de importaciones aplicado en Colombia desde la década de los años 30 y prolongado hasta mediados de la de 1960, puesto que llevó a que los términos de intercambio económico de los productos del agro, por nosotros producidos, no fuese favorable.
Pensamos, junto a Meisel, que ese análisis es correcto. Probablemente, estimamos desde la perspectiva de una emergente región como lo que sería el pujante Cesar, por la necesidad de protección de la industria incipiente se condenó a los bienes de origen rural a colocarlos a ese industria y se llegó al punto de que se negó exportarlos, como se limitaron las exportaciones del algodón, sometido a la absorción de la industria local, o cuando se quiso hacer el salto hacia la exportación del producto agregado, no se dieron las licencias previas para poner en el exterior los nuevos quesos elaborados en la fábrica de Ilcex de Valledupar.
Lo que se concluía es que los productos del campo cada día valían menos frente a los productos industriales y estos podían producirse con ineficiencia porque no se permitía que bienes similares, aunque de menor precio, se pudieran importar, o se hiciera con unos aranceles tributarios tan altos que los encarecían.
También afirma Meisel “durante la misma intervención, desestimó los argumentos simplistas que intentaban explicar el rezago regional desde las características culturales de los costeños, en especial de los empresarios (…)”. Descartó que entre los costeños predominara una supuesta “falta de iniciativa, de incapacidad para tomar riesgos…”. Que a continuación hace una valoración de Hernández como hombre público probo de altos kilates en altos cargos nacionales, de investigador y compromiso con su tierra.
Sus escritos se clasifican en decires políticos, decires regionales, decires económicos, los diversos y aquellos sobre dos instrumentos creados para conocer y transformar la región: el Observatorio del Caribe Colombiano, una institución de estudios regionales, y sobre Casa Grande Caribe, un programa liderado por Meisel de transformación social del Caribe y de superación de la pobreza. Hay escritos sobre el Cesar, entre ellos ‘la enfermedad cesarense’ y ‘El tesoro de La Jagua’.