Camilo Quiroz inició su campaña política para ganar la Alcaldía de Valledupar en las elecciones territoriales del 29 de octubre presentando diferentes propuestas en materia de seguridad, transición energética y sostenibilidad.
En entrevista con esta casa editorial, el líder del grupo Pa’ Lante Valledupar explicó que de ser alcalde, una de sus principales apuestas sería la implementación de paneles solares en los hogares vallenatos.
“Hay que facilitarle a los vallenatos el acceso a esos paneles solares, que podamos hacer un bolsa en común entre la Alcaldía, la Gobernación del Cesar y el Ministerio de Minas y Energía que nos permita financiar el 80 % de la cuota inicial de ese sistema, lo que falte lo pide prestado la familia al sistema financiero, pero el valor mensual de ese crédito será inferior a lo que pagan hoy en el recibo de la luz”, explicó.
Usted recogió firmas con el grupo significativo de ciudadanos Pa’ Lante Valledupar, pero decidió inscribirse con el aval de Colombia Renaciente y coaval de La Fuerza de La Paz, ¿por qué?
El ejercicio de firmas se cumplió a cabalidad, recogimos 109.321 durante 4 meses, trabajando día y noche, bordillo a bordillo, de sol a sol. Ese respaldo de la ciudadanía fue el que nos abrió las puertas para que hoy entremos en este lote de candidatos que tienen opciones reales de llegar a la Alcaldía de Valledupar.
Yo entregué las firmas, desde el pasado 27 de junio y hasta el 31 de julio no tenemos pronunciamiento por parte de la Registraduría sobre si las firmas superaron, o no, el umbral válido.
Ante esta incertidumbre, necesitamos tener otro tipo de respaldo que haga que nosotros podamos llegar al día de las elecciones el 29 de octubre. Por eso allí aparecieron los partidos Colombia Renaciente y La Fuerza de La Paz.
Muchas personas creen que la recolección de firmas es usada para hacer campaña antes de tiempo, ¿pero en su caso usted decidió inscribirse con un partido por la demora de la Registraduría?
Claro, hecha la ley, hecha la trampa, muchos candidatos usan el proceso de recolección de firmas para hacer publicidad, un tiempo extra, para sacar ventaja de la norma, eso es deshonesto.
Pero otros candidatos, y yo no soy el único porque muchos recogieron las firmas de manera honesta, hicimos este ejercicio buscando ser avalados por la propia ciudadanía.
Pero la Registraduría también tiene unos tiempos que juegan en contra de estos proyectos políticos nuevos, por ende, quien quiera tener consolidado su proyecto político no lo puede hacer si no tiene el certificado de la Registraduría; como eso no está, uno se puede ir con la incertidumbre porque en agosto o en septiembre pueden decir que los resultados no se cumplieron y tienen que salir de la contienda, por eso uno busca respaldarse de partidos políticos.
El partido La Fuerza de la Paz es nuevo, ¿cuáles son los postulados con los que se identifica al igual que con Colombia Renaciente?
Lo más importante es que son partidos que en el espectro político se encuentran en el centro. Yo vine de un proceso en la Centro Esperanza, allí de la mano de Sergio Fajardo, Alejandro Gaviria y Luis Gilberto Murillo teníamos un predicado general: alejados de los extremos, no nos gustan los radicalismos, no a la izquierda radical, no a la derecha radical, no a las pasiones. Esos partidos representan la moderación, representan el centro.
¿Cuáles son sus propuestas principales para Valledupar?
Tenemos que apostarle que a los vallenatos el poquito dinero que les entra les rinda más. Hay 3 cosas que le están quitando el dinero de los bolsillos a los vallenatos: la inseguridad, las altas tarifas de los servicios públicos y la corrupción.
Por eso una de las principales apuestas es combatir la inseguridad, por supuesto que hay que recuperar el tejido social, combatir la pobreza, la falta de oportunidades y el desempleo, claro, pero es muy importante que no nos quedemos en ese discurso, porque si nos quedamos en que para que haya seguridad se necesita acabar de tajo con el desempleo y la pobreza, nos estamos condenando a que la inseguridad perdure por 2 o 3 generaciones más y las vidas no se recuperan.
Hay que comenzar a recuperar el tejido social, pero también hay que empezar a generar autoridad, eso fue lo que ocurrió en San Salvador, que siendo una ciudad mucho más pobre que Valledupar, con mayor tasa de desempleo y analfabetismo, hoy lleva más de 500 días sin un homicidio porque se ha aprendido a diferenciar entre dos poblaciones: la que está en condiciones de vulnerabilidad y la que decide la delincuencia.
Decir que el delincuente es delincuente porque le faltan oportunidades, porque es pobre, es justificar la delincuencia, es ser flexible en el combate a esa delincuencia. Porque en Valledupar, por ejemplo, el 52 % de los vallenatos viven bajo la línea de la pobreza, pero de esa población ni siquiera el 2 % sale a delinquir.
Es decir, que el 50 % de la población vallenata, pese a que vive en condiciones de vulnerabilidad, no sale a delinquir, es a esa población a donde tienen que llegar los apoyos financieros, las becas…, y a ese 2 por ciento que decidió empuñar armas para ir a cometer crímenes hay que ponerle el peso de la ley. Ya dejemos de estar con ese cuento de que pobrecito él que sale a delinquir porque está pasando trabajo.
¿Cómo combatir esa delincuencia?
Tenemos que empezar a invertir en inteligencia artificial, traer cámaras de seguridad con reconocimiento facial, que puedan captar incluso las placas de las motos y los carros en largas distancias, necesitamos una cuadrilla de drones que desde el aire comiencen a suplir la escasez que tenemos en pie de fuerza.
Redacción Política.