Hoy 9 de abril se conmemoran en Colombia dos fechas cruciales. La historia y el presente del país están marcados por ambos acontecimientos nefastos para los colombianos.
El primer hecho es el crimen cometido en Bogotá contra el líder liberal Jorge Eliécer Gaitán, que generó revueltas y toda clase de disturbios que fueron denominados, en la capital, como el Bogotazo, de eso todavía, hoy 7 décadas después, hay huellas que marcaron nuestra historia política.
Para los cronistas de la historia colombiana, el asesinato de Gaitán marcó el rumbo de la violencia partidista en este país y que décadas tras décadas fue desencadenando en el conflicto armado que, aunque en otras proporciones y modalidades, aupadas por el narcotráfico, aún se mantiene.
El segundo hecho es la conmemoración del Día Nacional de la Memoria y Solidaridad con las Víctimas, fecha establecida en la Ley 1448 de Víctimas y Restitución de Tierras, aprobada por el Congreso de la República en el año 2011.
El departamento del Cesar no ha sido ajeno a este conflicto armado, siendo una de las regiones del país con mayor afectación, y aunque se puede decir que a raíz de los acuerdos de paz con las farc han cesado hace más de 5 años los ataques, hostilidades y secuestros, la violencia urbana se ha exacerbado; y, se mantienen en el sur las acciones del ELN y nuevos grupos residuales en la Sierra Nevada vienen haciendo su aparición con modalidades como la extorsión y protección de redes de tráfico de drogas, disparando alarmas.
Cifras entregadas recientemente por el director territorial de la Unidad de Víctimas, en el Cesar hay aproximadamente 370.000 víctimas del conflicto armado, y en La Guajira 135.000, localizadas en su mayoría en las zonas rurales. De esa población afectada, 65.000 han sido indemnizadas individualmente durante toda la vigencia de la ley.
Hoy el Cesar junto al departamento de La Guajira son la tercera territorial con más indemnizaciones del país, después de Antioquia y Bogotá.
En los últimos 3 años esta territorial ha logrado importantes niveles de cumplimiento también de la ‘reparación colectiva’, en especial con las comunidades negras.
Lo que hoy se conmemora son hechos dolorosos para miles de familias, pero que bien vale la pena resaltar como un mensaje solidario de reconocimiento a la importancia que debe dársele a este tema tan susceptible a los seres humanos impactados de manera directa o indirecta por el conflicto armado.
Todas las acciones, que ayuden a mitigar la tragedia y a sembrar esperanzas en la población afectada, son bien recibidas y valoradas en su justa dimensión.
Hoy, en horas de la mañana, en las instalaciones de la Oficina de Cultura de Valledupar, se realizará el conversatorio ‘Inclusión productiva y resiliencia: el camino a la reconciliación’. También habrá un acto simbólico en el corregimiento Los Tupes, del municipio de San Diego, Cesar, sitió en el que se ejecutó una masacre.
De igual manera, la Oficina de Unidad de Víctimas creó la nominación ‘Héroes de la resiliencia y la reconciliación’, para reconocer a víctimas que, por sus buenos logros y ejemplos de superación, se han destacado en el proceso de reparación.