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Deberíamos pensar en planes decenales: La planeación del desarrollo en Colombia (I)

Desde mediados del siglo pasado, con el gobierno de Alberto Lleras Camargo, al principio del Frente Nacional, se inició el ejercicio de la planeación del desarrollo económico y social en Colombia. No se trataba de una planeación central como en los países socialistas, sino de una planeación indicativa: el Estado fija unas reglas y el sector privado, los empresarios, nacionales y extranjeros, deciden cómo, cuándo, cuánto y dónde invertir. Capitalismo.

El pionero fue el profesor Lauchlin Currie, economista canadiense y estudioso del desarrollo económico, coautor de la teoría de los sectores líderes. Posteriormente, se creó el Departamento Nacional de Planeación (DNP), que al principio de su vida institucional tuvo una gran influencia en el diseño y la ejecución de las políticas económicas. Llegaban al país economistas profesionales y bien formados, y estos a aplicar sus tesis. En ese entonces, las teorías eran las de la Cepal, la sustitución de importaciones y el mejoramiento de los términos de intercambio con nuestros socios externos. La gran polémica fue entre los amigos de la reforma agraria (los Lleras), y los amigos de la economía urbana (Pastrana B y López M).

Desde entonces, hemos tenido cerca de doce planes de desarrollo. Uno por cada gobierno. Lo ideal hubiera sido tener planes a diez o veinte años, pero no hemos podido y hoy seguimos igual: un plan cada cuatro años.
Primero fue el “Plan de Decenal” de Lleras Camargo, luego las “Cuatro Estrategias” de Misael Pastrana, después “Para cerrar la brecha” de Alfonso López, el “Plan de Integración Nacional” (PIN) de J.C. Turbay y luego “Cambio con Equidad” de Belisario Betancur. Se había pasado ya a un modelo de promoción de exportaciones.
Posteriormente, con Virgilio Barco, se inició un cambio en el modelo de desarrollo, pasamos a una economía abierta. Plan de Economía social fue el de Barco, pero a finales de su gobierno se inició el proceso de apertura (Consenso de Washington). Y César Gaviria profundizó la apertura, con su plan una “Revolución Pacífica”. Luego Samper le apostó a “El Salto social” y Andrés Pastrana al “Cambio para la paz”. El país entraba en el camino más incierto de una economía abierta y más competitiva, y por supuesto más difícil de administrar.

Álvaro Uribe siguió con la apertura, obvio, mejoró la seguridad y el clima de inversión, su plan se llamó “Hacia un Estado Comunitario”. Luego, llegó Juan Manuel Santos con “Todos por un nuevo país”, le apostó al proceso de paz y a los tratados de libre comercio.
Pero, desde la Constitución de 1991, se estableció la planeación económica a nivel constitucional y se consagró en el país un régimen de economía mixta, o de economía concertada, de la que habló el Presidente Alfonso López M. Es un marco flexible que permite fomentar la libre empresa, pero también impulsar la economía social. No obstante, en mi opinión, Colombia debería pensar en planes de desarrollo a diez años. Eso requeriría una reforma constitucional, pero bien lo amerita el tema para pensar más a mediano y largo plazo. Y fortalecer la función del Departamento Nacional de Planeación.

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Carlos Alberto Maestre: