Y me refiero a ese aparatico milagroso llamado cámaras de seguridad que vigilan nuestras calles y carreras, cada vez pesan más en las estrategias de seguridad ciudadana.
Muchas capturas se han producido gracias a las imágenes captadas por ellas. Muchas placas de vehículos infractores y malandros se han identificado. Los aprehendidos han sido responsables de un amplio abanico de delitos, cuyas víctimas pertenecen a muy diversos sectores sociales.
En muchos casos el registro del video ha sido prueba clave para que los jueces profieran condenas ejemplares, aunque a veces les dan libertad a los pocos días.
En Valledupar, la delincuencia parece ir siempre un paso delante de las autoridades encargadas de combatirla, el sistema de vigilancia electrónica que maneja nuestra policía y la Sipol ha terminado por convertirse en una enorme herramienta de enorme importancia para las administraciones y la misma ciudadanía.
La lista de casos, si no resueltos al menos bastante avanzados para la investigación, en los que tales aparaticos han ayudado a identificar, capturar y procesar a peligrosos delincuentes.
Yo diría que los sistemas electrónicos de vigilancia sean para la policía más importante que sus armas de dotación, lo que es sinónimo de poner más acento en la prevención que en la represión como debe ser.
Y es que estos ojos electrónicos que nos miran, además de una invaluable ayuda para dar con los responsables de delitos, es un eficaz disuasivo del crimen. Se requiere igualmente una estrategia que las cámaras que vigilan instalaciones y residencias privadas jueguen también un papel importante en el combate y la prevención de delitos.
Tal vez como nunca antes vale la advertencia para todos aquellos que violan la ley.
Y como es mi costumbre, trataré otros temitas: Aunque nuestro alcalde Augusto Ramírez Uhía conoce a fondo la ciudad, conoce el oficio y tiene claro cuáles son los problemas más graves de Valledupar, le conviene curarse en salud a fines de año, y la fórmula es hacer un corte de cuentas por escrito. Sobre todo que usted viene de reemplazar al antecesor alcalde tan cuestionado como Socarrás. A usted le toca reconstruir una ciudad que lleva más de 15 años en picada por culpa de pésimos gobiernos que le causaron enormes desastres, algunos todavía por terminar de investigar y sin castigar.
Los medios de comunicación y columnistas amigos lo hemos saturado a punta de recomendaciones y peticiones. La tranquilidad y la confianza que sentimos los vallenatos por estar en manos de un excelente gobernante y de un buen equipo de secretarios, ayudarán a que las cosas funcionen mejor y más a prisa.
Sin embargo, sabemos que aunque todos trabajen sin descanso, no podrán hacer milagros. Aprovecho la oportunidad para resaltar la labor que viene ejecutando la doctora Nataly Daza en la Secretaría de Hacienda. De mí reciba especiales felicitaciones.
El otro temita que voy a tratar es que afortunadamente parece que se va a solucionar el problema de los huecos en la ciudad. La actual administración va a hacerle frente a este problema que viene de administraciones anteriores por falta de autoridad.
Aquí nadie pide permiso para abrir zanjas en las vías, las empresas de luz, gas, teléfonos, alcantarillados, los conjuntos y centros comerciales, cuando el cableado de las cámaras de seguridad tienen culpa de que la ciudad se encuentre en ese estado.
Aquí se ha permitido dejar transitar en las vías construidas para tránsito liviano maquinaria pesada de obra, como grúas, camiones de volteo de doble eje, mezcladoras de concreto, materiales, etc. Por todo ello se debería contemplar por parte del Concejo Municipal un impuesto diferencial para gravar a estos equipos de más de 20 toneladas de capacidad, que son los que destruyen nuestras calles.