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De todo un poco

Y ADEMÁS…

 

Por: ALBERTO HERAZO PALMERA

 

Como es natural tengo que comenzar mi columna manifestando que Valledupar se prepara para el 45º Festival de la Leyenda Vallenata, en homenaje al maestro Calixto Ochoa Campo. El Festival – indudablemente- sigue acrecentando su prestigio. Distinguidas personalidades nos visitarán. La sana alegría del pueblo nos regalará a los vallenatos un paréntesis dentro de las malas noticias a nivel local y regional, porque en estos días a nadie le interesará cosa distinta que las fiestas, la alegría, los encuentros con viejos amigos, compañeros de parranda y estudio. Se olvida hasta la pobreza, la consigna es estar alegre y poder asistir a los diferentes espectáculos.

El comportamiento del público debe ser insuperable. Este jueves 26 se darán cita los juglares descendientes de Francisco el Hombre, se reunirán los mejores exponentes del son, paseo, puya y merengue. El Festival evidencia la vitalidad de la música vallenata y su capacidad de invitar, tras 45 versiones, a propios y extraños a las calles de esta bella ciudad a deleitarse con el sonido de los acordeones, las cajas y las guacharacas.

Pero además del tema del Festival Vallenato hay muchos otros temas qué tratar. Pero, entremos en materia. Primero me gustaría que el municipio ocupara un puesto destacado en el escalafón del desempeño fiscal, esta debe ser una ambiciosa meta de nuestro alcalde, Fredys Socarrás y el actual Secretario de Hacienda.

Asistí al coloquio El Pilón sobre “La Construcción en Alturas en Valledupar”, fue un éxito total, ahí me enteré al engaño al que fuimos sometidos por una firma consultora barranquillera al que se le confió las modificaciones parciales al Plan de Ordenamiento Territorial (POT), más fueron los puntos de inconsistencia que los puntos a favor encontrados, da la impresión que hubo mucho manipuleo, manoseo e intereses creados y que en vez de haber sido una solución para la construcción fue un fracaso. Aquí hay muchos funcionarios que no han tenido nunca la oportunidad de detentar el poder y ahora están felices tomando decisiones a la topa tolondra, blanco es, gallina lo pone y quiero recordarle a los gobernantes que para hacer la revolución de pequeñas cosas se necesita solo de sentido común de lo que está bien y de lo que está mal, es decir, un sentido del buen gobierno y listo.

Tanto el gobierno departamental como municipal han comenzado con bríos, con buenas ideas, con cambios. Mucho mugre hay pá barrer. Eso lo sabemos, pero para que la escoba nueva barra bien se requiere que no se rompa de arrancada por mal uso o trabas en el camino. En seguridad, la percepción seguramente ha mejorado, gracias a la Policía, pero aún la delincuencia es mucha. Espero que parte de los aplausos y felicitaciones en el Festival Vallenato se los lleve la policía, dándonos seguridad. Dos lunares tiene la administración municipal, el tránsito y la Oficina del Espacio Público, la primera por sus improvisaciones y la segunda porque no funciona para nada. Chambona y de mal gusto el caramanchel que se está construyendo al frente de la Alcaldía, o sea, al lado del Monumento La Revolución en Marcha, señor alcalde, con todo el respeto que me merece autorice para que no sigan los trabajos de ese caramanchel que afea a la plaza, ¿qué dirán los visitantes?.

La Secretaría de Gobierno Municipal debería iniciar una campaña para que se sancione a todos los establecimientos en donde se consuma licor cerca de las universidades. Las buenas relaciones que logre el alcalde con el Concejo Municipal será clave para los objetivos ambiciosos que demande las diferentes reformas que tengan que ver con la administración, y a propósito, hay muchos mudos en el Concejo Municipal, qué esperan para actuar, y aprovecho para felicitar a su presidente José Santos Castro que a pesar de su juventud lo está haciendo bien. Estos concejales mudos tendrán que hacer mucho para convencernos al resto de los ciudadanos que no les regalamos o vendimos el voto, de que merecen estar ahí.

El fenómeno de las motos sigue disparado y es impactante, parece que lo de las motos no tiene solución, sigue cada día empeorando y seguirá creciendo como medio de transporte. El Gobierno Municipal está en mora, no de prohibirlas cuando es costumbre cuando el problema se les sale de las manos a los funcionarios, sino de generar una política integral para esta nueva realidad en las calles. Ojalá viniera Obama, pero sin guardaespaldas para que le arreglen la carátula a Valledupar.

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POSTDATA

De las cosas buenas que le ha podido suceder al Departamento del Cesar es la llegada al Congreso del joven y brillante político Juan Manuel Campo. Desde muy temprano  incursionó en la política, pertenece al Partido Conservador. Amable, inteligente y con una gran facilidad de expresión. Tiene los méritos suficientes y le sobran deseos de servir a su departamento. Le deseo los mejores éxitos.

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