Hace cuatro años los vallenatos y cesarenses nos sentíamos orgullosos y esperanzados con la avalancha de nombramientos de varios paisanos que comenzaban a ostentar altos cargos a nivel nacional como parte del gobierno del expresidente Iván Duque. Nunca antes en la historia un valduparense había ocupado cargos como el de viceministro Técnico del Ministerio de Hacienda, Director Nacional de Planeación o Ministro de Vivienda. Incluso, en los 55 años del Departamento del Cesar ningún otro gobierno, ni siquiera el de los expresidentes Alfonso López Michelsen o Ernesto Samper Pizano, muy cercanos a nuestras tierras, habían tenido la osadía de otorgarnos seis altos cargos.
Hoy, en el nuevo gobierno del presidente Gustavo Petro, hasta el momento los vallenatos no tenemos representación. Incluso, el pastor y excandidato presidencial del Pacto Histórico, Alfredo Saade, no ha sido nombrado en un cargo de importancia.
Los nombramientos venían cargados de juventud, tremendos títulos académicos, destacada experiencia en el sector privado y público, lo que en mi opinión abría camino a una gran oportunidad de concretar grandes proyectos de impacto para nuestras tierras y gentes. Sin embargo, a pesar de los enormes esfuerzos, que debemos reconocer en voz alta, para adelantar proyectos en pro del Cesar y La Guajira varios quedaron en simples anuncios. Ahora, luego de transcurrir los casi primeros 100 días del gobierno del cambio, de acuerdo con lo que podemos entrever en los discursos del presidente, ministros, colaboradores, la mayoría de aquellos proyectos y recursos podrían verse afectados. ¡Nos faltó ejecutarlos!
En vista de dicha situación, en la que hoy en día los vallenatos no tenemos un canal directo con el Gobierno nacional que pueda realizar un seguimiento de los proyectos anunciados y, que también gestione nuevos programas adicionales, es urgente construir puentes para que todo ese esfuerzo no se quede en el aire. Es necesario que esa labor esté esencialmente en cabeza de los tres senadores y cinco representantes a la cámara que hoy nos representan en el Congreso. Serán ellos los directamente responsables de la consecución y ejecución de los 4,4 billones de pesos anunciados en el “Pacto Territorial por el Cesar y La Guajira”.
Valledupar y el Cesar hoy están huérfanos. Sin un interlocutor dentro del equipo de gobierno, situación que debe preocuparnos, ya que podemos pasar por desapercibidos estos 4 años sin que realicen obras y políticas públicas de impacto o incluso correr el riesgo de no estar en los planes del “Gobierno del Cambio”, lo cual implicaría tiempo perdido y atraso de nuestra sociedad frente a la de otros departamentos y ciudades.
Adenda No 1. Enhorabuena Leonor Zalabata fue designada como embajadora ante las Naciones Unidas, nombramiento que otorga dignidad e inclusión a las comunidades indígenas y, en especial al Pueblo Arhuaco.
Adenda No 2. Orgullo y esperanza se siente al ver cómo 130 buses comienzan a adornar las calles de Valledupar permitiéndole estar al nivel de grandes urbes gozando de un Sistema de Transporte Público moderno, eficaz, cómodo y seguro. Ahora el reto es generar la cultura de utilizar el sistema y, apropiarse del mismo.
Por: José Vicente Villazón Gutiérrez
Hace cuatro años los vallenatos y cesarenses nos sentíamos orgullosos y esperanzados con la avalancha de nombramientos de varios paisanos que comenzaban a ostentar altos cargos a nivel nacional como parte del gobierno del expresidente Iván Duque. Nunca antes en la historia un valduparense había ocupado cargos como el de viceministro Técnico del Ministerio de Hacienda, Director Nacional de Planeación o Ministro de Vivienda. Incluso, en los 55 años del Departamento del Cesar ningún otro gobierno, ni siquiera el de los expresidentes Alfonso López Michelsen o Ernesto Samper Pizano, muy cercanos a nuestras tierras, habían tenido la osadía de otorgarnos seis altos cargos.
Hoy, en el nuevo gobierno del presidente Gustavo Petro, hasta el momento los vallenatos no tenemos representación. Incluso, el pastor y excandidato presidencial del Pacto Histórico, Alfredo Saade, no ha sido nombrado en un cargo de importancia.
Los nombramientos venían cargados de juventud, tremendos títulos académicos, destacada experiencia en el sector privado y público, lo que en mi opinión abría camino a una gran oportunidad de concretar grandes proyectos de impacto para nuestras tierras y gentes. Sin embargo, a pesar de los enormes esfuerzos, que debemos reconocer en voz alta, para adelantar proyectos en pro del Cesar y La Guajira varios quedaron en simples anuncios. Ahora, luego de transcurrir los casi primeros 100 días del gobierno del cambio, de acuerdo con lo que podemos entrever en los discursos del presidente, ministros, colaboradores, la mayoría de aquellos proyectos y recursos podrían verse afectados. ¡Nos faltó ejecutarlos!
En vista de dicha situación, en la que hoy en día los vallenatos no tenemos un canal directo con el Gobierno nacional que pueda realizar un seguimiento de los proyectos anunciados y, que también gestione nuevos programas adicionales, es urgente construir puentes para que todo ese esfuerzo no se quede en el aire. Es necesario que esa labor esté esencialmente en cabeza de los tres senadores y cinco representantes a la cámara que hoy nos representan en el Congreso. Serán ellos los directamente responsables de la consecución y ejecución de los 4,4 billones de pesos anunciados en el “Pacto Territorial por el Cesar y La Guajira”.
Valledupar y el Cesar hoy están huérfanos. Sin un interlocutor dentro del equipo de gobierno, situación que debe preocuparnos, ya que podemos pasar por desapercibidos estos 4 años sin que realicen obras y políticas públicas de impacto o incluso correr el riesgo de no estar en los planes del “Gobierno del Cambio”, lo cual implicaría tiempo perdido y atraso de nuestra sociedad frente a la de otros departamentos y ciudades.
Adenda No 1. Enhorabuena Leonor Zalabata fue designada como embajadora ante las Naciones Unidas, nombramiento que otorga dignidad e inclusión a las comunidades indígenas y, en especial al Pueblo Arhuaco.
Adenda No 2. Orgullo y esperanza se siente al ver cómo 130 buses comienzan a adornar las calles de Valledupar permitiéndole estar al nivel de grandes urbes gozando de un Sistema de Transporte Público moderno, eficaz, cómodo y seguro. Ahora el reto es generar la cultura de utilizar el sistema y, apropiarse del mismo.