Tuve la oportunidad de estar una semana en Chile. Fuimos para ver el partido Colombia frente a Brasil. Fue un partidazo de los colombianos y de los 44 mil aficionados que tuvimos esa noche en el Estadio Monumental, que es propiedad del equipo Colo Colo. La temperatura estaba a 0°C, pero el entusiasmo de todos los compatriotas no permitía que el frío congelara el positivismo hacia el equipo colombiano. Y en efecto así fue, Colombia le ganó a Brasil. Esta vez sí fue gol, no de Yepes pero si del defensa Murillo.
Pero se hace necesario comentar y comparar lo que es Santiago de Chile como capital que refleja un país y Bogotá. Definitivamente Bogotá y Colombia están lejos en cuanto a calidad de vida para sus ciudadanos, llámese: educación, movilidad, cultura, limpieza, vías, seguridad, salud y pobreza. Empezando por decir que en Chile la educación pública no es gratuita, ni hay asistencialismo como se tiene en Colombia. Sin embargo, en las evaluaciones internacionales Chile sale mejor librado que Colombia. En esos días también había paro del magisterio chileno y la problemática también es parecida a la que tenía el magisterio colombiano en el paro pasado. El gobierno quiere más calidad formativa de sus docentes y tiene unas exigencias académicas elevadas que los maestros chilenos no quieren aceptar como requisitos de mejora salarial.
La movilidad en Santiago es estupenda, cuenta con buses articulados, metro, colectivos y taxis, además no está plagada de motos. La mayoría de parqueaderos son subterráneos, por lo que no se ven vehículos estacionados en las vías públicas. Algo muy importante, se cuida y se respeta al peatón en los cruces aun estando el semáforo en verde. Desde luego, esta cultura es de origen europea. Igualito que aquí Colombia, que al peatón además de madrearlo, lo levantan a pito y hasta lo atropellan y si son las motos la vaina es peor. También en todo Chile circulan las bicicletas por sus ciclorutas y existen muchos puntos para alquilarlas, del cual puede hacer uso el turista con guías bilingües. Esto también lo vimos en Valparaíso y Viña del Mar.
La limpieza de Santiago es integral y lo mismo en Valparaíso y Viña del Mar. Estas ciudades se unen por una autopista de esas que ahora en Colombia se llaman doble calzada, bien señalizadas con peajes electrónicos y de estacionamiento, pero esas vías las construyen empresas privadas por concesión y se encuentran impecables. En esa ruta se observan los viñedos y hay paradas turísticas para degustar y comprar buenos vinos chilenos, como también aceite de oliva. En Viña del Mar es donde los magnates tienen apartamentos y residencias lujosas, siendo la avenida paralela al océano Pacífico la más vistosa. Pero sus playas son muy feas, además que no se pueden bañar los turistas porque el agua hasta en verano permanece helada. Santiago le gana a Bogotá en el alto contenido de smog en su ambiente.