Durante la jornada electoral del pasado domingo hubo quienes sugirieron que los partidos del Mundial del Rusia menguarían la participación de los colombianos en la segunda vuelta para elegir al Presidente de la República, pero no fue así. El compromiso con la democracia, con el futuro del país, se impuso y hubo una votación histórica de 19.511.168 de ciudadanos; perdió el partido la abstención ante el 53,04 % del potencial electoral.
Fue una final en la que tras una jornada de ocho horas se definió en las urnas que las llaves de la Casa de Nariño quedaran en manos del candidato de Centro Democrático, Iván Duque Márquez, quien obtuvo más de 10 millones de votos.
Pensábamos que con la elección de presidente cesarían las agresiones a través de las redes sociales, pero estas se han intensificado, ahora son más crueles y sediciosas, con mensajes denigrantes hacia quienes apoyaron al candidato de la oposición, Gustavo Petro; de igual forma hay publicaciones hostiles contra el Duque.
Como la política, el fútbol es de pasiones y también ha sido mal interpretado por algunas personas que se escudan en un equipo para hacerle daño al que tiene gustos e intereses diferentes.
Ante ese panorama hacemos un llamado a la cordura, hoy la idea es que el debut de la Selección Colombia en el Mundial una al país, que durante 90 minutos se olviden los odios caldeados en la campaña política. En la primera fase del certamen serán tres encuentros, tres excusas para dejar a un lado los ataques por las rivalidades ideológicas, y confiamos en que nuestra selección hará un papel similar o mejor al del Mundial de Brasil, donde logró el cuarto lugar.
Recordemos que James es de centro izquierda, Falcao de centro, Cuadrado de derecha, y obvio que no nos estamos refiriendo a sus inclinaciones políticas sino a las posiciones que ocupan en el tapete de hierba verde de 110 metros de largo por 75 de ancho, donde detrás de un balón dejan en alto el nombre de nuestro país y nos llenan de alegría en medio de la complicada realidad en que vivimos.
A Pékerman, James, Falcao, Quintero, Bacca, Sánchez, Ospina, Zapata, Mina, Vargas, Arias, Murillo, Mojica, Aguilar, Borja y demás integrantes de la selección, les enviamos nuestra mejor energía, estamos con ustedes desde la distancia. Allá están dos embajadores cesarenses, el arquero José Fernando Cuadrado y el volante Farid Díaz, quienes hoy tienen a sus amigos y familiares en Valledupar con el corazón en Rusia.
Si la victoria nos acompaña debemos celebrar con prudencia, esperamos que no ocurra lo del Mundial pasado, que hubo desordenes que obligaron a las autoridades a restringir la circulación de motocicletas para evitar las caravanas que generan accidentes y otras alteraciones de orden público.
Tengamos presente que el fútbol es como la política, se gana o se pierde. En la victoria hay que tener la cabeza fría para no perder el control, por otro lado entender que “las derrotas pueden dar más dignidad que una victoria”, como dijo el escritor Jorge Luis Borges.
Como en las elecciones, hay quienes por los marcadores pierden, pero por el esfuerzo y las lecciones aprendidas en el juego ganan mucho, aplicando el dicho del histórico técnico colombiano Francisco Maturana: “Perder es ganar un poco”.
Hay que aprender más del balompié, pese a que como la política también está salpicado por los escándalos de corrupción.