X

De la mar el mero y de la tierra el cordero

Esta expresión se la escuché por primera vez a mi abuelo Ulises Sánchez, hombre culto, de buen comer y un sibarita consumado, siempre la utilizaba cuando degustaba un buen pescado, su carne predilecta, pues esta frase (muy sabia por cierto) hace alusión a la exquisitez de la carne de estas dos especies, una marina la cual también es conocida como “percha” y la otra terrestre, un mamífero el cual es altamente apetecido en todas las culturas ancestrales dada la importancia de los productos que de ella se derivan y sus platos famosos de la gastronomía mundial: queso Feta en Grecia, Quebabs y Quibbes en Medio Oriente, Chuletas, Costillar y Estofado de Cordero en Francia e Italia, Cordero Patagónico en Argentina y en Colombia: Friche en La Guajira, Pepitoria y Mute en los Santanderes y por supuesto nuestros famoso Sancocho y Guiso de Chivo.

Mi padre Jaime Celedón (Q.E.P.D) fue un reconocido capricultor, constantemente estaba tratando de innovar en esta área e incluso asistió a congresos especializados, recuerdo uno en especial el cual se realizó en Barichara, Santander, porque alguno de los asistentes me confesó días después, que mi papá sabía mucho sobre el asunto y algunos de los temas expuestos en el evento hubieran podido ser preparados por él, dados sus conocimientos empíricos y experiencia en la cría de cabras, eso en realidad me llena de mucho orgullo.

Hoy día la cría de ovinos y caprinos está tomando una gran importancia y veo como jóvenes emprendedores vallenatos están innovando e introduciendo nuevas razas, lo cual es un gran aporte a la economía y a la agro-industria cesarense, pues están manejando a mediana y gran escala y con tecnología, la cría de estas especies, pero sobre todo están creando nuevos espacios y alternativas para el campo, abriendo nuevos mercados, atrayendo inversionistas, haciendo empresa.

Destaco en especial dos jóvenes visionarios que con sus empresas están dando de qué hablar en el gremio agrícola, me refiero a Rodolfo Antonio Oñate y Oswaldo Mauricio Angulo, quienes están de lleno trabajándole exitosamente a la cría de ovinos y caprinos, manejando razas foráneas además de las criollas, haciendo cruces e innovando en alta genética. El criadero Bizantino de ‘Ofo’ Oñate maneja tres razas: OPC, Etiope puro con registro, Blackbelly también con registro y son muy buenos los comentarios acerca de la altísima calidad de los animales de Oñate, Rodolfo Antonio está creando empresa y además de sus reconocidas y tradicionales ganaderías familiares, ahora está incursionando con óptimos resultados en la ovinocultura. El criadero “Doble A” propiedad de Oswaldo Angulo está dando que hablar por la alta genética que allí se maneja, razas extranjeras como Katahdin de Norteamérica y Dorper de Sudáfrica y razas locales como OPC (oveja de pelo colombiana).

Angulo es un talentoso y sencillo joven vallenato, administrador de empresas agropecuarias, especialista en Economía Agroalimentaria y Alta Dirección en Agronegocios, quien ha sabido aplicar los conocimientos adquiridos en sus estudios a su empresa familiar, logrando como resultado crear la más avanzada empresa en su género en la región, pues el creyó en la ganadería ovina como el renglón de mayor ventaja competitiva en las agrocadenas colombianas y lo está demostrando a nivel regional con Doble A, criadero que donde quiera que hace presencia o las ferias donde expone sus animales genera positivos comentarios, confirmando que cuando las cosas se hacen con base en el esfuerzo, disciplinadamente y principalmente con la bendición de Dios, se puede llegar muy lejos.

Categories: Columnista
Julio_Mario_Celedon: