Juanpis González es un personaje ficticio creado por el humorista Alejandro Riaño, quien poco a poco ha consolidado una manera novedosa de hacer humor político, consiste en un gomelo perteneciente a una familia poderosa bogotana que se refiere con desdén a todo aquel que no integra su exclusivo círculo social, en la plataforma Netflix se encuentra la serie de este personaje y en ella se presenta la historia del joven que guarda la esperanza de heredar la fortuna de su acaudalado abuelo quien siempre le repite que su familia es intocable dueña de este país y actúa en las sombras y demostrando Juanpis paulatinamente sus intenciones de postular su nombre a un cargo de elección popular en medio de interminables fiestas animadas de música estridente, drogas y sexo.
Todo ese contexto en la historia de Juanpis, parece tomado de las declaraciones rendidas ante la justicia por la prófuga excongresista Aída Merlano, en lo expresado por la exparlamentaria hay un personaje central, el exalcalde de Barranquilla con ambiciones presidenciales Álex Char, quien se vio obligado a reconocer que tuvo un romance con Merlano, lo que sin duda fue un torpedo teniendo en cuenta que los amoríos entre la excongresista y el empresario Julio Gerlein eran de público conocimiento, siendo todo esto un capítulo desconocido para muchos.
Pero más que un romance que sería una simple aventura propia de páginas rosas criolla, la señora Aída Merlano ofrece información sobre una posible máquina de corrupción que tendría como epicentro el clan Char y que involucra a medio mundo político en Barranquilla, ofreciendo también valiosos datos sobre el papel que juega el senador Jose David Name en todo ese escándalo utilizando la frase lapidaria “a ese lo voy a dejar sin cabeza”.
En todo este espinoso caso sale un nombre que pesa mucho en el círculo muy íntimo de Álex Char, un señor a quien conocen como el “Oso Yogui”, su verdadero nombre es Héctor Amarís y cuenta la señora Merlano que este sujeto fue pieza clave en la administración Char y varios reportes periodísticos lo señalan de ser el encargado de llevar la agenda del exalcalde barranquillero y de poseer la facultad de fijar reuniones y citas con el exmandatario, pero además de estar involucrado en muchos de los hechos por los que Álex Char estuvo en el ojo del huracán, uno de ellos es el canal reina Isabel, pero otro dato que soltó la señora Aída Merlano es que la amistad entre Amarís y Char era más profunda que una simple relación de trabajo, tremendo rollo todo esto.
Esta tormenta llamada Aída Merlano apenas comienza y promete envolver a muchos dirigentes barranquilleros y estremecer la imagen que había construido Álex Char, lo que no es indiferente para toda la región, por ser miembro de un grupo empresarial con presencia en todo el Caribe gracias a su cadena de supermercados, pero también por extender sus conexiones políticas en este territorio en una especie de colonización charista con fines de fortalecer un proyecto que tenía la finalidad de llevar a Alejandro Char a la presidencia de la República.
Pero si la exparlamentaria Aída Merlano presenta las pruebas para soportar todo lo que ha dicho tendrá el mérito de acabar con la carrera política de un Juanpis González costeño.
Por Carlos Andrés Añez Maestre