X

De Corea viene un barco de educación

De Corea sabemos que fue el sitio fúnebre que Rafael Escalona le deseó a un barco de la armada nacional llamado el ‘Almirante Padilla’, que le había incautado el contrabando al amigo villanuevero ‘Tite’ Socarrás. Era tal el deseo que le imploró al patrono Santo Tomás que intercediera para que un submarino lo volteara en la primera batalla después de la Segunda Guerra Mundial.

Treinta años después, Corea del sur, el país que  visita el presidente Iván Duque, seguía siendo pobre. “En 1980 el ingreso promedio por persona de Corea y Colombia eran similares. Corea era un país pobre, dependiente del sector agrícola. Su ingreso por persona aumentó a 10’000.000 de pesos mensuales en la actualidad, comparado con 2’000.000 de pesos en Colombia. Construyó millones de pesos adicionales por persona sin siquiera contar con los recursos naturales que tiene Colombia”. Escribe Juan Pablo Ospina Lara, ‘Dónde se encuentran los recursos en Colombia’. El Tiempo, 22 julio 2021.

El autor después de  diseccionar  los recursos y de cómo generar ingresos en Colombia, concluye que “únicamente el 2 por ciento de la población tiene ingresos superiores a 3.000.000 de pesos mensuales. La gente percibe que el Gobierno puede brindar soluciones, sin comprender que este depende a su vez de lo que el país le pueda generar. Habrá alguna manera entonces de que el país pueda crear recursos significativos”.  No habría salida,  sin embargo ha visto a Corea.

“¿Cómo lo logró? A través de la educación. Su sistema no solo infunde conocimiento profundo de materias, sino que induce desde temprana edad valores claves como la responsabilidad, la decencia y el respeto. Los coreanos se volvieron innovadores en los sectores de la electrónica, automotor y energía. Comprendieron cómo funcionan la economía, el valor de las exportaciones y la importancia de los derechos y los deberes.

Los trabajadores se entregan en sus labores y los estudiantes se consagran a aprender. A partir de la educación y la responsabilidad construyeron grandes grupos empresariales, con productos de alto valor agregado, que a su vez crearon gran cantidad de empleo bien remunerado, y una base amplia de contribuyentes para el Estado.

Hay un camino entonces para crear verdaderos recursos que apunta al desarrollo del conocimiento y la responsabilidad. Los pocos recursos del Gobierno deberán destinarse para maximizar el acceso a la educación. La contribución principal tendrá que venir de los demás: los padres y profesores inculcando los valores del deber, la decencia y el respeto; los estudiantes consagrándose en sus colegios y universidades; las organizaciones de maestros priorizando los estudiantes; las instituciones educativas reconfigurando sus métodos y enfocándose en las profesiones del futuro; el Gobierno y el sector privado definiendo los sectores claves para impulsar; los trabajadores entregándose a la excelencia en sus labores y a la educación continua; los empresarios remunerando apropiadamente a los empleados y apoyando el primer empleo…”.

Categories: Editorial
Redacción El Pilón: