Al alcalde del municipio de Valledupar, Augusto Daniel Ramírez Uhía, se le ha criticado duramente por la multimillonaria inversión en la remodelación y construcción de parques recreativos con supuestos sobrecostos exagerados. En contraste con la inversión minúscula (por no decir ninguna) en otras necesidades prioritarias que beneficiarían a las poblaciones de estratos sociales inferiores.
Sin embargo, considero que nuestro alcalde ad-portas de finalizar periodo gubernativo, deja un enorme legado turístico, tanto para su propia gente como para la visitante, representado en agradables parques y bellas glorietas, entre los cuales tenemos el parque ‘La Provincia’, aledaño al emblemático balneario Hurtado, a la maravillosa glorieta ‘Los Juglares’ y al espectacular parque ‘Consuelo Araujonoguera’. Además, otros lindos parques en diferentes barrios de la ciudad de Valledupar, igual los parques de los corregimientos de Guacoche, Los Corazones, Patillal, Badillo, Los Venados y otros, donde se divierten adultos y niños.
Las amplias glorietas de ‘Los Músicos’, ubicada en el sector de ‘La Ceiba’, la glorieta ‘El País Vallenato’ con la estatua del cantante Peter Manjarrez, en inmediaciones de la Terminal de Transporte Terrestre de nuestra ciudad,
Obras que merecen brindarle reconocimiento al alcalde saliente, por su esmero en engalanar el municipio de Valledupar, en consonancia con la declaratoria de erigir a Valledupar como ciudad naranja, para que su gente obtenga ganancias del turismo derivado del folclor y de su música autóctona, cuyo propósito es fortalecer la economía naranja, tan oportuna y apropiada para la prosperidad de la región vallenata.
En cambio, estoy muy inconforme con La Casa en el Aire en construcción, porque hasta hoy, de casa en el aire pocón, pocón. Comenzando con su ubicación, ya que el cerro de Cicolac le quitará majestuosidad, además del deterioro que sufrirá tan valioso otero, que menguará la oxigenación del medio ambiente.
Este monumento se debió construir en el parque Consuelo Araujonoguera, lugar donde sería más rentable y en el cual se le vería toda su magnitud. Lo segundo es su diseño que no concuerda con la fantasía del maestro Rafael Escalona, quien en la canción dedicada a su hija Ada Luz, le canta: Voy a hacerte una casa en el aire solamente pa’ que vivas tú, después le pongo un letrero muy grande de nubes blancas que diga Ada Luz.
Porque cuando Ada Luz sea señorita y alguno le quiera hablar de amor, el tipo tiene que ser aviador para que pueda hacerle una visita. El que no vuela no sube a ver a Ada Luz en las nubes, porque si no vuela no llega allá a ver a Ada Luz en la inmensidad…
Aunque no soy arquitecto ni ingeniero pienso que, con la tecnología presente, la Casa en el Aire del Maestro Rafael Escalona debió haberse construido sobre dos altas columnas en forma de avión con ascensores panorámicos, nubes altas y demás alegorías.
Reitero, en el parque Consuelo Araujonoguera, que dispone de vasto espacio totalmente despejado. No tengo dudas, que como yo habrá otros descontentos con el adefesio todavía en construcción. Esperemos a ver cómo quedará.