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De brujas, demonios y magos

Muchos no saben en qué consiste la caza de brujas. “El elemento de la caza de brujas es la delación, pues se trata de actuar contra un grupo clandestino (de hecho imaginario). Los curas y los predicadores, además de advertir del peligro de la brujería, alientan a los habitantes de cada localidad a que delaten al vecino del que crean que es responsable por sus hechizos de algún mal que les haya afectado ―la pérdida de ganado, la muerte de un niño, la cosecha destruida por una helada, etc.― Los denunciados, mínimo por tres personas,  o como resultado de un rumor público ―la mala fama permite abrir un procedimiento―, son entregados al Tribunal de la Inquisición integrado por un inquisidor papal y un representante del ordinario local (en general el obispo). Entonces son interrogados bajo tortura para que confiesen su crimen y para que delaten a sus pretendidos cómplices.

Al considerarse la brujería un crimen de lesa majestad  ―una forma por parte de los príncipes de afirmar su justicia y su poder― los condenados son quemados en la hoguera, siendo ejecutada la sentencia por las autoridades civiles porque los hombres de la Iglesia lo tienen prohibido. Se les condena preferentemente a la hoguera porque así el castigo no es solo físico, sino también espiritual, ya que el condenado privado de sepultura no podrá participar en el ‘juicio final’  Según las investigaciones más recientes, en las regiones más afectadas por la caza de brujas en aquella época ―las estribaciones de los Alpes  y de los Pirineos, junto con algunas poblaciones del Ducado de Borgoña― entre el 40% y el 70% de los procesados fueron condenados a muerte. 

La llamada caza de brujas por excelencia se llevó a cabo a comienzos de la Edad Moderna sobre todo en Europa Central. Se basaban en la denuncia a supuestos seguidores de la llamada ciencia de las brujas. La persecución de 1450–1750 (con un máximo entre 1550 y 1650) era solo en parte una acción eclesiástica contra la herejía, principalmente se trataba de un fenómeno de histeria colectiva contra la magia y la brujería. 

Investigaciones recientes muestran que solía sospecharse de brujería en mujeres viejas y en las personas vulnerables”. (Tomado de Wikipedia).

La caza de brujas ha tenido desde esa época una clara connotación social y política, de una falsa e injusta persecución .

La fiesta de Halloween cumple 100 años en su dimensión  americana, que fue llevada por los irlandeses en el siglo XIX, empezó a celebrarse de forma masiva en EEUU a partir de 1921, momento en el que se realiza el primer desfile en Minnesota. Se disfrazaban los pueblos celtas, siglos atrás, los 31 de octubre, para espantar a los espíritus malignos. 

Los echadores de suerte, los chamanes, los brujos han alimentado también la cultura popular, las supersticiones de amplias comunidades.  Y no pocos son brujos que hacían ocasionalmente de magos y que se exaltaron en las canciones vallenatas, desde aquellos emblemáticos de Luis Enrique Martínez. Hasta un niño nacido en Aguachica y llevado a Maracaibo, con sus dotes mágicos, ‘El hermano Elías’,  el único que, como lo dice la canción que le compuso, podía curar a Diomedes Díaz .

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Redacción El Pilón: