Fueron 160 días de riguroso aislamiento que vivió Colombia, que muchos no cumplieron; todo con el propósito de evitar la propagación del virus y contenerlo. Ahora entramos a un aislamiento selectivo voluntario, el cual será un reto; el objetivo que se desea es preservar la vida.
Lo que se logró, fue con el confinamiento y cuidados obligados. Lo que viene ahora es un despertar responsable, optimista; pero, ¿Fundamentado en qué? Ahora es cuando debemos ser más conscientes cumpliendo las medidas de bioseguridad: usando el tapabocas, lavándonos las manos con frecuencia y evitar aglomeraciones. El covid–19 no se ha marchado, permanece en nuestro entorno; la vacuna no aparece aún; a cuidarnos.
Se comenta: “ya era hora que acabaran tanta cuarentena”. Que restricción aquí o más allá. Estamos en una etapa, la que debemos afrontar responsablemente. No salir a la calle como una estampida. Recordemos que aún no hay vacuna, ni siquiera en los países desarrollados. En Colombia existen actualmente más de 600 mil infectados por el virus; esos desobedientes que salgan indisciplinadamente a festejar se verán afectados e infectados por los ya referidos.
Preguntamos: ¿Por qué se dio tanta cuarentena? Lo que quedó claro fue que la infraestructura hospitalaria en el país podía colapsar; no sucedió así y estas eran medidas, aunque incomodas necesarias para contener la pandemia, dejando al descubierto el déficit de Unidades de Cuidados Intensivos (U.C.I.) en Colombia. La salud en adelante debe ser prioridad Uno A. Ante esta pandemia todos los sistemas de salud claudicaron, se pusieron a prueba y muchos fallaron. En el confinamiento se observaron fallas estructurales que a futuro deben corregirse.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), insiste en evitar las tres C y se las replico; Espacios Cerrados, Lugares Concurridos y Contactos Cercanos; son situaciones esenciales sobre las que todos los países, comunidades y personas se deben enfocar para controlar la transmisión del covid–19.
Aparecen los bre y el país en este septiembre inicia una nueva era, con nuevas ideas, tendencias, vivencias con el fin que seamos mejores. No tendremos un policía al pie de nosotros, recomendándonos: hagan esto, no hagan aquello; en adelante seremos más responsables y nuestra conciencia y la poca o mucha sapiencia que tengamos, nos advertirá vida o muerte, dependiendo como nos desenvolvamos porque el virus nos acompañará varios meses. No servirán leyes o decretos, solo la vacuna.
Desde esta tribuna periodística, preguntamos: ¿Qué quiere hacer? Contéstese usted mismo, de acuerdo a las advertencias que ha oído y leído. ¿Lo puedo hacer? El autocuidado, ante todo, sin duda alguna nos servirá mucho; la influencia del peso de la ley nos libera un poco a mantener un equilibrio personal y a no llegar a ser afectados mentalmente. Nada vale más que nuestra propia salud, hagamos todo lo posible para no infectarnos e infectar a nuestros semejantes.