Por: Carlos Mario Jiménez /
carlos.jimenez@elpilon.com.co
El problema de reubicar a los vendedores ambulantes y estacionarios del centro de Valledupar, la zona bancaria y Cinco Esquinas, se convierte con el pasar de los días, en un dolor de cabeza.
Cerca de 500 minoristas esperan los 1.050 locales comerciales que se espera construiría la administración municipal, para dar un impulso económico a la ciudad, reubicando a los vendedores estacionarios de varios puntos, formalizando y legalizando el comercio informal y mejorando la movilidad en los sectores de la ciudad que se ven afectados.
La obra denominada la plaza de Vendedores Ambulantes del municipio de Valledupar, se consideró conveniente de hacer, porque la capital del Cesar estaría cumpliendo lo establecido en el plan de Desarrollo Municipal, en la parte que se refiere al lineamiento estratégico, y que la tendencia política del gobierno municipal se encontraba encaminada a construir un mejor entorno urbano y lograr desarrollo sostenible con infraestructuras para el progreso humano.
El primer paso para la construcción de la nueva plazoleta o el Centro Comercial La Granja, se dio en el 2007 bajo el mandato del entonces alcalde de Valledupar, Ciro Arturo Pupo Castro, que suscribió en el contrato de obras públicas 139 con la Unión Temporal Proyectos de Ingeniería para la edificación de la primera etapa de la obra por la suma de 2.999.982.128; seis años después de esta firma, los trabajos están inconclusos.
Un año después de la firma de ese contrato, el alcalde de ese entonces, Rubén Alfredo Carvajal Riveira, avaló los recursos destinados por Ciro Pupo y en una rueda de prensa, a la que asistieron el arquitecto diseñador de la obra, Santander Beleño, el entonces asesor de la gobernación del Cesar, Rubén Darío Carrillo, Rubén ‘Ava' Carvajal y el comandante de la Policía del Cesar, Orlando Tobo, se dijo que el proyecto ayudaba a la liberación del espacio público de Valledupar y de esta forma se podría tener una ciudad más organizada.
Según el arquitecto, sería una zona abierta, iluminada, fresca, con suficiente ventilación y circulación, pretendía ser un fiel reflejo de los centros comerciales modernos que en esa época existían. De igual forma, dijo que en este centro comercial tendrían cabida mil 100 locales comerciales, entre ellos 40 destinados para plazas de comidas; la construcción comenzaría el 20 de agosto 2008.
En investigaciones hechas por EL PILÓN, se encontró que el alcalde saliente, Luis Fabián Fernández Maestre, firmó la construcción de la segunda etapa del predio, que presenta un monto de 4.771.934.422, dicho contrato fue suscrito o protocolizado el 3 de agosto de 2011, bajo el número 407 del mismo año.
Sin embargo, el presidente de la Asociación de Vendedores Estacionarios y Ambulantes de Valledupar, Asovemev, Líder Gutiérrez, dijo que en el último censo hecho con sus compañeros, aparecen inscritos 485 asociados, quienes de manera paciente, esperan que en el mandato de Fredys Socarrás Reales, se termine la esperada obra, con la que consideran se le daría solución al problema de estar vendiendo sus productos en andenes y carretillas.
“Este proyecto es algo que no ha tenido voluntad política por parte de los administradores, han pasado 14 años, desde el mandato de Elías Ochoa que nos pintaron este proyecto de tener un sitio digno en donde vender nuestros productos, luego cuando Ciro Pupo avanzó porque destinó tres mil millones de pesos, dinero con los que fueron montadas las estructuras de hierro en la época de Rubén Carvajal, pero esto ha quedado ahí, ahora tenemos la esperanza de que con el mandato actual se den las cosas”, argumentó Líder Gutiérrez.
Estudio Fernández Maestre
El estudio realizado por Luis Fabián Fernández Maestre, antes de aprobar la realización de la segunda parte del centro comercial La Granja, tiene como meta la construcción de los primeros 200 locales comerciales, de los 1.050 que se esperan en un plazo estimado no mayor a ocho años a partir de la terminación de la segunda etapa.
En el proyecto se cuenta con los actos de concertación de soluciones con los trabajadores de la economía informal, para lo que se debe seguir con los trabajos en el sitio localizado en la carrera 7A número 20B- 80, barrio La Granja, de esta ciudad. Según los entendidos, la infraestructura servirá para dar un impulso económico a la ciudad; esta fase corresponde a la reubicación de manera inicial de 200 vendedores ambulantes, todos ellos apostados sobre parte del espacio público de la zona céntrica de la capital cesarense.
Reubicación total
El principal descontento que ha presentado el gremio de vendedores ambulantes y estacionarios, es que al momento en que tengan el centro comercial, la reubicación sea total y no parcial, como lo sintetizó Luis Fabián Fernández Maestre en la firma de la segunda parte de la mega obra.
Suspendido el contrato
EL PILÓN encontró que el contrato de obras 407 de 2011 se encuentra suspendido, y además existe un control de advertencia por parte de la Contralora de Valledupar, sobre las operaciones y procesos relacionados con el contrato de compraventa e hipoteca, mediante el cual, el municipio adquiere los lotes del antiguo Idema.
La investigación actual
La Procuraduría Regional del Cesar, a través de la Procuraduría Primera Delegada Contratación Estatal, lleva una investigación por irregularidad del contrato de obras públicas 139 de 2007, suscrito entre la Alcaldía de Valledupar y la Unión Temporal Proyectos de Ingeniería, con objeto de la construcción de la plaza de Vendedores Ambulantes.
Los implicados en las indagaciones son: Rubén Alfredo Carvajal Riveira, Luis Fabián Fernández Maestre, Efraín Miguel Márquez Daza, Luis Alfredo Pérez Díaz, William Cortes Díaz y Ciro Arturo Pupo Castro.
¿Y el problema?
En completo abandono y a la intemperie se encuentra hoy el lugar en donde se proyecta la construcción del Centro Comercial La Granja o la Nueva Galería, convertida en basurero público, casa de ladrones y drogadictos.
“No es justo que dejen perder esta obra, en la que ya se invirtieron tres mil millones de pesos, ahí está en juego el erario, que haya la voluntad para sacar este proyecto que va para cinco años desde que montaron las estructuras y ha quedado paralizado, mientras tanto nosotros seguimos trabajando a la intemperie con la ilusión que este año, el Municipio gire recursos y le meta el diente a la reubicación de los vendedores”, subrayó Líder Gutiérrez.