Es muy común ver niños en plena edad escolar, haciendo uso de smartphones, computadoras y tablets que les proporcionan acceso libre a redes sociales, mensajería instantánea, juegos, entre otros. Todos estos grandes beneficios de la tecnología y de Internet pueden albergar algunos riesgos y amenazas como por ejemplo, el cyberbullying. Por ello aprovechamos el mes del niño para compartir información útil sobre esta problemática y algunos consejos para prevenir este tipo de acoso virtual.
El cyberbullying es la versión digital del bullying, de modo que en general cuando el hostigamiento llega a las redes sociales y a Internet, es porque ya pudo haber sucedido en el mundo físico, es decir, en la escuela, el club, etc.
Esta amenaza consiste en dañar, amenazar o humillar a una persona o grupo a través de medios digitales. Las formas más comunes son la difusión de falsos rumores, videos o fotos humillantes, montajes fotográficos o memes para viralizar y la creación de perfiles o sitios para agredir a la víctima. Suele expandirse rápidamente por la web y puede ser difícil de detener. Por tal motivo, resulta invasivo y perjudicial, y como puede quedar en la red durante mucho tiempo, afecta a largo plazo a quien lo sufre.
Para prevenir el Cyberbulling resulta fundamental la educación por parte de los padres y docentes, ya que son las personas que pueden brindar a los chicos las herramientas necesarias para que hagan un uso responsable, adecuado y productivo de Internet, teniendo siempre en cuenta las normas de seguridad que garantizan que los menores viviran una experiencia sana y segura en la red.
A continuación se detallan las principales recomendaciones que el Laboratorio de Investigación de ESET brinda, para evitar que los que los más pequeños sean víctimas de esta amenaza:
Mantener siempre una relación de confianza para que el niño se sienta cómodo de contar si está asustado o se ve amenazado en Internet. Además, es importante conversar con los chicos acerca de los cuidados que deben tener, como mantener en privado su información personal, sus contraseñas, sus fotos y videos.
Es recomendable monitorear su navegación mediante un software de control parental.
Establecer reglas para el uso de la tecnología como horarios y lugares para conectarse, modos de actuar ante algún mensaje sospechoso, criterios para aceptar nuevos contactos, entre otros.
Por último, en caso de ver una situación de cyberbullying, es primordial solidarizarse con la víctima sin compartir ni fomentar el acoso; de esta forma los bullies (acosadores) no tendrán audiencia ni espacio para continuar con el hostigamiento.