Inicio mi primera columna de 2016, agradeciendo a Dios por este nuevo año y los milagros que día a día hace en mi vida. A mi Madre y familia por su comprensión y cariño, igualmente a mis amistades y lectores por la deferencia que me brindan al leer mis modestos artículos.
En esta primera semana del año nuevo, que ojalá sea de muchas bendiciones para todos, estuve turisteando con unos familiares y amigos de Santa Marta, recorriendo parte del norte del Cesar y del sur de La Guajira, paseando animadamente por la ya famosa ruta de ‘El Cacique’. Nos sorprendimos al ver que no existe una verdadera cultura ecológica, aun se ven muchas talas, depredación de la fauna y sobre todo la proliferación de desechos tóxicos por donde uno meta el ojo, definitivamente la basura y el plástico son los reyes del camino y no solo es que arruinen y afeen el paisaje, sino el terrible daño que le causan a nuestro entorno y a los numerosos afluentes de agua.
Lo más triste es que la mayoría de las basuras no provienen de los visitantes y turistas en sí, sino que son originadas por los moradores y pobladores de los lugares que hoy derivan su sustento del turismo. Pude ver como se infringe la ley ante la mirada “cómplice” nuestra y principalmente de las autoridades, y digo cómplice porque si estamos viendo que esto está sucediendo y no hacemos nada, nos estamos convirtiendo en coautores de este hecho, ventas de huevo de iguana en el puente Salguero, al igual que de animales silvestres en grave peligro de extinción en poblaciones como Rio Seco, Mariangola y Aguas Blancas, talas y quemas ilegales en los alrededores de Patillal y Atanquez para extracción de leña y carbón, pero lo más sorprendente es la contaminación de los ríos, ni propios ni extraños respetan los lechos de nuestros hermosos afluentes, por mucho que los dueños de estaderos ubicados en los diferentes balnearios, tratan de evitar que la gente contamine, siempre habrá desadaptados e incultos que lo harán.
Aunque este tema le compete directamente a la Secretaría de Medio Ambiente y organismos como Corpocesar, no está de más que la Secretaria de Cultura, en cabeza de mi amigo Miguel Morales, también tenga incidencia en este tema, culturizando y educando a la gente, mediante charlas, obras de teatro, puestas en escena, conciertos o concursos de música en donde el tema sea el medio ambiente, esto de una u otra forma ayudaría a tomar conciencia sobre el mal uso que le estamos dando a nuestros recursos naturales y todo el daño que le estamos haciendo. Migue que es un hombre consciente y con su sensibilidad de artista, con una indiscutible sencillez y humildad y con raíces en el campo, sé que podría hacer una buena labor culturizando en torno a este asunto, también podría convocar artistas y escultores a que tomen la bandera de la defensa de la naturaleza y a través de su obra inviten a cuidarla y preservarla.
La Secretaría Departamental de Medio Ambiente cuenta con un Secretario preparado, un joven con ganas de hacer bien las cosas, se que Andrés Arturo Fernández asumirá este reto, trabajando arduamente por la preservación del medio ambiente con varias campañas, además de que tiene sus orígenes en una hermosa población como lo es Manaure, municipio de gran afluencia de visitantes y el cual día tras día se convierte en un lugar obligado para los eco-turistas, dado bello entorno natural.