La primera fase del Vivero Departamental ubicado en las cinco hectáreas del predio conocido como El Tarullal fue finalizada. La construcción de las áreas administrativas, germinadores, umbráculo, invernadero, zona de reposo, riego y un pozo que funciona con paneles solares, al igual que el espacio de la administración, son algunas de las construcciones que se realizaron en la primera fase de este proyecto ambiental.
De acuerdo con el secretario de Ambiente del Cesar, Andrés Meza, en un 100 % ha finalizado la primera parte de las adecuaciones de este vivero que promete sembrar dos millones de árboles para mejorar la calidad del aire y aumentar la producción de oxígeno. Alrededor de 30 personas del barrio Amaneceres del Valle trabajaron en la primera fase del vivero desde el mes de septiembre hasta diciembre del año pasado.
“Antes de finalizar el mes de enero se van contratar a 30 personas para comenzar a producir los dos millones de árboles. Actualmente las personas que se encuentran en la obra pertenecen a la Secretaría de Ambiente Departamental porque los contratos de los trabajadores terminaron su vigencia el 31 de diciembre, por tal razón esperamos realizar la respectiva contratación en los próximos días”, comentó Meza.
Las 450 familias que viven en este sector de la ciudad ven con futuro esta obra que les está generando ingresos económicos y un empleo estable, según Oscar Peña, presidente de la Junta de Acción Comunal, JAC, de este sector. Aseguró que cursos en viveros y en el campo de la agronomía son algunas de las preparaciones que han tomado los habitantes de este barrio para ingresar en la construcción de este proyecto ambiental.
De acuerdo con Peña, aproximadamente 30 personas de la comunidad trabajaron el año pasado en el vivero realizando labores de adecuación del terreno, siembra de plantas, entre otras funciones que les permitieron a estos ciudadanos obtener un sueldo fijo.
Esta obra de acuerdo con el ente territorial está enfocada en la siembra de distintas especies de plantas, una amplia reserva de árboles que ayudarán a producir oxígeno, purificar el aire, entre otros beneficios ecosistemáticos que mejoraran la condición ambiental de la ciudad.
LA SEGUNDA FASE
Ya finalizada la primera fase de la construcción del Vivero Departamental, la segunda parte de su adecuación hasta el momento consistirá en fortalecer el compostaje, que es un proceso de transformación de la materia orgánica para obtener un abono natural para las plantas; la compra del mobiliario administrativo y la de un pequeño tractor, aseveró el secretario de Ambiente del Cesar.
“La fecha del inicio de la segunda fase se determinará de manera interna, pero esperamos que no pase del primer trimestre del año. Adicionalmente al fortalecimiento de algunos elementos y la compra del mobiliario del área administrativa también tenemos un recurso económico para asegurar el sueldo del personal que trabaje en el proyecto durante todo el año”, manifestó Meza.
VALLEDUPAR RESPIRA
De acuerdo con el ingeniero ambiental, Daniel Maestre, la creación de un Vivero Departamental en la ciudad de Valledupar se convertirá en el “respiradero del Cesar” porque en la temporada de verano la erosión del suelo aumenta al igual que la sensación térmica, las brisas y los suelos se cuartean por la falta de agua. Este proyecto ambiental ayudaría a compensar las “necesidades ambientales” de la ciudad en esta temporada.
“Los beneficios ecosistemáticos de un vivero de su extensión serían la siembra de diferentes tipos de plantas que se encuentran en peligro de extinción, la generación de microclimas para cultivos frutales que cuenten con mayor resistencia y menos intervención de plaguicidas, además de que la siembra de árboles contribuiría a mejorar la calidad de aire”, explicó el experto.
Agregó que la siembra de árboles en el Vivero Departamental generará una mayor producción de oxigeno en la ciudad, el cual se ha visto afectado por la construcción de obras estructurales en zonas verdes donde habían árboles de hasta 50 años.
CIUDADANOS AMBIENTALISTAS
Los habitantes del barrio Amaneceres del Valle aseguraron que se encuentran íntimamente ligados con este proyecto porque además de estar en cercanía del sector, también comparten la preocupación que tienen los entes territoriales sobre el medio ambiente en el departamento.
Laura Restrepo, profesora de biología, aseguró que la comunidad ante la posibilidad de trabajar en este proyecto ambiental no dudó en prepararse para desempeñar un puesto de trabajo en la obra.
“El vivero es muy beneficioso para la comunidad porque genera empleo y una conciencia ambiental. Principalmente las madres cabeza de hogar fueron las primeras que quisieron capacitarse para comenzar a trabajar en el proyecto. Tengo entendido que alrededor de 10 madres comenzaron a trabajar en el Vivero Departamental”, comentó esta educadora.
De acuerdo con Marta Tapia, esposa de un trabajador del Vivero Departamental, su compañero obtuvo un empleo en este proyecto en el mes de octubre, aseverando que se desempeña sembrando plantas, cargando arena y colando, entre otras funcionas. Agregó que desde las siete de la mañana se va a trabajar y retorna a alrededor de las cinco de la tarde.
“A mi esposo le pagan $1.200.000 y de esa base le hacen un descuento que queda en $800.000. Nosotros nos beneficiamos mucho de esa obra porque con el sueldo que le pagan a mi esposo podemos mantener a nuestros cuatro hijos. Además es un trabajo que le queda cerca de la casa”, manifestó Tapia.
De acuerdo con el secretario de Ambiente del Cesar, se va adicionar la suma de 400 millones de pesos al convenio con el Instituto para el Desarrollo del Cesar, Idecesar, para el pago de los honorarios de los trabajadores durante todo el año.