Este año en Valledupar han sido visibles numerosos casos de uso de escopolamina por parte de delincuentes para despojar de sus pertenencias a sus víctimas. En los hechos más recientes se han visto involucrados trabajadores de medios de comunicación, que han caído en las garras de esta peligrosa práctica, en la que se expone la vida de las personas que reciben dosis de este tóxico.
Los fines delictivos con el uso de la escopolamina o la mezcla de antidepresivos son el hurto y el acceso carnal o acto sexual en persona puesta en incapacidad de resistir, pues es claro que el polvillo que los delincuentes dan a inhalar a la víctima no siempre es escopolamina, sino una mezcla de fármacos antidepresivos que también producen el efecto de automatismo (supresión de la voluntad).
La escopolamina es una droga altamente tóxica y una sobredosis puede causar delirio, y otras psicosis, parálisis, estupor y la muerte en el peor de los casos.
Hoy queremos hacer un llamado de atención a la ciudadanía para que sea más previsiva y menos confiada de personas que ofrezcan una bebida o que traten de mostrar un producto o inviten a olfatearlo o saborearlo, a menos que sea en sitios seguros.
Muchos de los casos, por no decir que la mayoría, ocurren en la noche, en sitios de rumba o de diversión, donde aprovechan la euforia que da el licor.
El periódico El Tiempo publicó un informe en el que mostraba que “una de cada cinco hospitalizaciones por envenenamiento en Bogotá es causada por la escopolamina y se calcula que cada día hay tres víctimas de escopolamina en Colombia. Usualmente se utiliza escopolamina o drogas narcóticas para obligar al individuo (que pierde completamente la voluntad) a retirar todo el dinero que tenga en su cuenta bancaria, o bien para cualquier otro propósito que el delincuente haya planeado, sea de carácter sexual o para extraer información”.
La escopolamina también es llamada popularmente como burundanga, y aunque médicamente es usada, no surte el mismo efecto cuando es aplicada en altas dosis o combinada con otros fármacos.
La alerta frente a este peligro en Valledupar ya está prendida y hay que tener en cuenta las recomendaciones que hacen las autoridades. Esta droga también llamada droga zombie, solían usarla a inicios del siglo XX como analgésico en los partos junto a la morfina y cloroformo, pero se dejó usar porque ocasionaba alucinaciones y amnesia.
A los ciudadanos les corresponde estar más atentos cuando estén en sitios públicos, sin excepción, para evitar ser víctimas de la escopolamina.