Desde cuando vino de lejanas tierras el perverso y mortal bicho que ha acabado con tantas vidas y tiene temblando y arrodillado al mundo, he sostenido que la única solución para combatirlo es con la vacuna, que ya se está aplicando, o que aparezca una droga que lo mate, tal como aconteció con la penicilina para la gripa e infecciones que estaban acabando con la humanidad y ya se había llevado por delante más de 50 millones de personas
¿Por qué a pesar de estar vacunado, y ya los resultados se ven en la baja mortalidad de mayores de 80 años que hemos recibido las 2 dosis, los casos y las muertes ahora son más frecuentes en los que no se han vacunado? Porque los asintomáticos andan sueltos infectando a todo mundo, regando el mal sin saberlo, y los otros jóvenes y ‘jechos’ no quieren la vida, y muy frescos bebiendo, bailando y yendo a cuanta fiesta y reunión hay, y después del ‘amasice’ y besuqueo, lo más sabroso, pero también lo más peligroso.
Es aterradora la indisciplina y por eso es necesario, con esos sujetos, buscarlos con perros adiestrados, perseguirlos y enlazarlos con un buen ‘chambuco’, y llevar a todo mundo a hacerse la prueba y el mismo día, léase bien, el mismo día, porque se puede, informarles el resultado para que se aíslen y no sigan contaminando a sus congéneres. Esa es la prueba del testeo, como dice el prestigioso columnista Indalecio Dangond Baquero.
Que los países productores o laboratorios estén fallando con los cupos, entonces para qué son los amigos poderosos, ahí está EEUU que las tiene de sobra y ya ha sacado de apuros a sus vecinos y aliados. Pidámosle ayuda, como dice el exministro y columnista Jorge Cárdenas, ahí es donde se prueban las verdaderas amistades.
Muy bien por haber autorizado el gobierno el manejo de la vacuna por parte de los entes privados en forma gratuita, es una gran ayuda y podrían utilizar a las EPS como Sanitas, que lo ha hecho acertadamente, para su aplicación. Ya lo sabemos, lo repetimos, el empresario costeño Christian Daes manifestó su firme propósito de vacunar a sus empleados y a los habitantes de Las Flores y La Paz, sus vecinos. Ojalá no encuentre trabas ni obstáculos y sus ganas se conviertan en realidad. Aquí en el Valle, el doctor José Antonio Maya Martínez, exitoso urbanizador, tiene las mismas intenciones. Me llamó para decírmelo.
Esto no es negocio, el Estado no puede buscar ganancias, esto es rápido, para ver si conseguimos la ansiada inmunidad de rebaño, que no sé lo que es, pero lo repito como loro, así como lo hacen los miles de economistas, que sin saber dónde están parados, opinan sobre lo divino y lo humano y despotricando del proyecto de reforma tributaria que el gobierno ha presentado al Congreso, que a mi parecer lo va descuartizar, encontrando nuevas fuentes que produzcan plata sin golpear a los que menos tenemos, pero beneficiando a los poderosos, como oigo decir, porque un mamotreto de esos no lo leo ni por el ‘putas’.
ADENDA: Sigue el centro de la ciudad vuelto un mierdero, perdónenme la expresión: la carrera 8a entre 16A y 18 hay 12 agentes y en la 16 o Calle Grande ni uno. Eso es cholla que a mí no me perjudica, al Valle sí.