Actualmente son muchas las personas que en algún momento de su vida han experimentado situaciones de estrés que se manifiestan en tensión mental y corporal, con síntomas como dolor de cabeza, cuello, hombros, espalda, malestar estomacal, entre otros. Además, cuando el estrés se extiende mucho tiempo puede llegar a afectar seriamente su salud.
Son muchos los estudios que demuestran las consecuencias de no saber manejar el estrés, por ejemplo, un mayor riesgo de padecer enfermedades como la hipertensión arterial y problemas cardíacos, incluso, según una investigación de la Universidad de Yale, en Estados Unidos, el estrés acelera el envejecimiento.
Ahora bien, está el estrés de algunas situaciones del día a día y está el estrés crónico, que es cuando su cuerpo se mantiene alerta incluso cuando no hay peligro y, con el tiempo, se pueden ir desarrollando problemas de salud tales como: presión arterial alta, insuficiencia cardíaca, diabetes, obesidad, depresión o ansiedad, problemas de la piel, como acné o eczema, problemas menstruales, entre otros.
La doctora Ann Webster, psicóloga de la salud del Instituto Benson-Henry de Medicina Mental y Corporal de Harvard, explicó que el primer paso para aprender a controlar el estrés es conocer qué es lo que lo que lo produce: “Si sabe qué es lo que lo empuja, evítelo. Pero hay tensiones que tenemos que aceptar, por lo que debemos cambiar nuestras reacciones ante ellas”.