Según estudios realizados, Colombia produce aproximadamente 230 mil toneladas al año por aproximadamente 2.800 generadores de residuos peligrosos, por lo que de antemano indicamos que este problema es mucho más grande de lo que se cree.
Aquí en Colombia a esta peligrosa amenaza poco le hemos puesto atención y cada año crece como una bola de nieve, a estos residuos peligrosos le conocemos con el nombre de Respel. Cuando hablamos de ellos lo primero que llega a la mente son los desechos hospitalarios, entre ellos jeringas, catéteres y bolsas de sueros, que a veces son arrojados en cualquier sitio como una basura cualquiera.
A pesar de que esta situación produjo una serie de escándalos en el año 2008, cuando aparecieron en varias zonas pobladas de Nariño, Cesar, Atlántico, Valle y Boyacá, entre otros, todavía se siguen encontrando estos elementos tirados en algunas partes aunque se han establecidos algunos controles, como es establecer un plan de residuos hospitalarios. Se han identificado 10 actividades productivas que generan el 80 % del total de residuos peligrosos en el país, entre ellos figuran la minería y la producción de plásticos. Se han presentado varios accidentes por transporte inadecuado de estos residuos, la mayoría se debe a derrames o sustancias por averías en vehículos o por volcamiento de camiones.
La cantidad de Respel que aporta el sector hospitalario es apenas un capítulo de una historia mucho más dramática, protagonizada por otros elementos infecciosos o radioactivos que surgen de procesos industriales, pero que no es muy claro a dónde van parar y cómo se están destruyendo.
Es importante conocer que las principales actividades que contribuyen a la generación de residuos peligrosos son: eliminación de desperdicios y agua residual, fabricación de pilas eléctricas, residuos hospitalarios, industrias básicas de hierro y acero, fabricación de productos metálicos para uso estructural, desechos de hidrocarburos, extracción de petróleo crudo y gas natural, fabricación de partes, piezas y accesorios para vehículos automotores.
En este artículo es preciso conocer, que el cadmio que contiene una batería de celular puede contaminar 150 mil galones de agua, el mercurio por su parte es cancerígeno y el plomo puede dañar el sistema nervioso, los riñones y el sistema reproductivo.
NOTAS: Los residuos electrónicos de computadores y otros también son peligrosos. Por lo expresado, las empresas en general deben tener responsabilidad social y ambiental y no solo económico para que apunten a ser sostenibles.
*Especializado en gestión ambiental