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Cuidado con los presos

El defensor del Pueblo del Cesar, Omar Contreras, tiene claro el panorama carcelario en Valledupar y el resto de los municipios del Cesar. Lo único malo es que una sola golondrina no hace verano y su voz de alerta resuena pero se pierde en el gran Valle del Cesar.

El hecho ocurrido en el municipio de La Jagua de Ibirico, donde dos capturados se quemaron en la celda donde estaban desde el año pasado, debe servir para que las autoridades revisen lo qué pasa en el resto de estaciones, y en el caso de Valledupar en los calabozos de la URI y de la Permanente de la Cuarta, donde el hacinamiento de presos supera en un ciento por ciento su capacidad.

¿Por qué un capturado desde el mes de octubre todavía estaba en la Estación de Policía, si se supone que no debe pasar de un día? Los procedimientos judiciales no se están cumpliendo con el rigor que se requiere y no debe ser la excusa el paro judicial que afectó a todo el sistema durante tres meses, porque este es un problema de vieja data.

Ahora lo que se espera es que las autoridades tomen los correctivos pertinentes. Que la directora de la Fiscalía Seccional Cesar, Luisa Pinto, y el comandante de la Policía Cesar, coronel Faiber Hugo Martínez, se reúnan para revisar los procedimientos que permiten que los capturados sean trasladados a los sitios de reclusión que decidan de manera urgente y no pasen meses en una estación de policía. La historia de La Jagua no se puede repetir.

La Estación Permanente Policía Central de Valledupar que tiene capacidad para 14 personas, hoy alberga a 77 capturados, incluso personas acusados de homicidios están en ese sitio desde el año pasado. Ni qué decir de los calabozos de la URI, que solo puede tener seis capturados y actualmente cuenta con 37.

Se requieren de decisiones y acciones en el corto plazo. Este es un asunto serio con el que la justicia se debe poner al día. No solo el hacinamiento debe ser el dolor de cabeza, sino cómo le resuelven las situaciones a los capturados, y ahí juega un papel importante la armonización entre las instituciones. Por ser delincuentes, no merecen un trato de tercera.

Es urgente que la Policía revise las condiciones de los calabozos que tiene en las estaciones de los 25 municipios cesarenses y armonice con la Fiscalía General y el Inpec el traslado de los capturados en los tiempos estipulados. Lo que pasó en La Jagua de Ibirico no se debe repetir más.

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