Siguen los muertos por irresponsabilidad de los mototaxistas. Este cuento del mototaxismo está igual al del gallo Capón, de nunca acabar, y cada día la situación es peor. No respetan nada y además son atrevidos, altaneros, irrespetuosos y peligrosos. Discutir con un mototaxista es poner en peligro la vida, así de sencillo.
Todas las medidas que se tomen sobre el mototaxismo son tardías, se le dejó coger vuelo hace mucho rato y ahora es incontenible.
Lo del mototaxismo es una bomba de tiempo, el conductor de un automóvil se está volviendo bizco de tanto mirar a los lados e inclusive, muchos conductores han optado por utilizar ocho retrovisores a sus vehículos para lograr una mejor visibilidad con las motos.
Todos los días hay por lo menos diez accidentes ocasionando heridos y muertos producto de la irresponsabilidad y de la imprudencia con que conducen los mototaxistas y especialmente de ningún respeto por las señales de tránsito y el semáforo en rojo. Pasarse un semáforo en rojo es mucho más grave que una simple infracción de tránsito. Es un delito que debe asimilarse a un intento de homicidio y castigarse como tal.
Pero si no respetan el semáforo en rojo menos el amarillo, estos señores por lo general inician la marcha cuando la luz del semáforo está en amarillo; esta es una señal, señor mototaxista, de atención para que todos los conductores desalojen el cruce correspondiente, y los que no han llegado a él se abstengan de hacerlo.
No es aceptable pasar la luz en amarillo; aunque aquí nadie cumple con esto y se pasan por el forro esta señal.
Lo importante es que exista vigilancia efectiva por parte de los señores del Tránsito y las multas se impongan sin contemplación, pero también sin excesos. Los mototaxistas tienen que aprender a las buenas o a las malas, que tanto respetar el semáforo, esté en rojo o amarillo, es respetar la vida de los demás y la suya propia.
Ya es hora de que la autoridad competente adopte al respecto las medidas más drásticas, pues este delito aunque no produzca accidente, origina delito de intento de homicidio como lo dije, del mismo modo que lo comete quien dispara sobre una persona, aunque no lo acierte.
Y como es mi costumbre, trataré otros temitas: Esto va a oídos de mi gran amigo el actual comandante de la Policía, coronel Diego Hernán Rosero: sería bueno que el CAI móvil que está detrás de la Alcaldía se ubique de nuevo en la plaza Alfonso López que está insegura. La segunda solicitud va para el director de tránsito, Víctor Arismendi: estamos esperando la colocación de reductores en las dos entradas a la plaza Alfonso López (carrera 6 con calle 15 esquina y carrera 6 con calle 16 esquina). Igual sería bueno que las oficinas de tránsito les dicten un curso sobre tránsito a los mudos de la plaza, quienes dirigen el tránsito y hacen los que le da la gana en ese sector y además unifórmenlos. La tercera solicitud al señor alcalde Augusto Ramírez Uhía: se están llevando para otro lugar o robando los cubículos en concreto (bancas) ubicados en la plaza Alfonso López. La cuarta va para la Secretaría de Gobierno y Espacio Público, primero felicitarlos por su labor y solicitarles si es posible organizar a los vendedores estacionarios de la Calle del Cesar y cobrarles un impuesto por ocupación de vía, igual a los ambulantes evitar que se ubiquen en toda la calzada de la Calle del Cesar y otras vías aledañas.
Están dañando la movilidad. Si es posible, sacar los puestos de fritanga de la plaza Alfonso López ya que dan mal aspecto y finalmente, multar a los almacenes que sacan perifoneo, dañando auditivamente a los que circulan por las aceras (esto se llama contaminación auditiva). Y por último, hay que hacerle mantenimiento a los postes de las luminarias de la plaza Alfonso López.
POSTDATA: Votemos por el SÍ, no sea pendejo, no se deje engañar de los enemigos de la paz que quieren continuar la guerra. Sinvergüenzas.