Anunció el gobernador del Cesar, Luis Alberto Monsalvo Gnecco, que con la rectora de la Universidad Nacional de Colombia, Dolly Montoya Castaño, se firmó un convenio para los estudios y diseños de cinco grandes proyectos en nuestro departamento, dentro de los cuales llama la atención el repetitivo anuncio de adelantar obras en el Estadio de Fútbol Armando Maestre Pavajeau, al cual según el mismo gobernador “llegarán los esperados ajustes arquitectónicos que nos facilitará mayores espacios deportivos”.
Ajá, y yo le pregunto al gobernador ¿cuánto terminará costando el estadio de fútbol de Valledupar?, ¿cuantas etapas tendrá esta obra y cuantas adiciones en valor y prórrogas en tiempo?
Pa’ que la gente sepa: en el primer contrato para la “Construcción y/o ampliación y/o adecuación y remodelación del Estadio de Fútbol Armando Maestre Pavajeau etapa I”, la fecha de inicio fue el 28 de febrero de 2014, con un plazo inicial de 18 meses y la terminación fue el 20 de junio de 2016, después de 2 prórrogas; el valor inicial fue de $33.345.174.264, una adición de $16.671.642.644, para un valor total de $50.016.818.908.
Además, la consultoría, las interventorías, compra de predios y otros por un valor de $11.000.000.000 aproximadamente.
Y pa’ acabar de remachar a ese primer contrato del estadio de Valledupar toca sumarle un segundo contrato que tuvo como objeto la “Construcción y/o adecuación de obras complementarias para el Estadio de Fútbol Armando Maestre Pavajeau etapa II”, que se inició el 20 de agosto de 2015, con un plazo inicial de 4 meses y con una terminación el 28 de febrero de 2017, después de 3 prórrogas y suspensiones; el recibo final fue el 19 de julio de 2018. De este contrato el valor inicial fue $9.362.736.614, y tuvo un adicional de $3.750.000.000, y otro adicional de $929.410.629, para un valor total de $14.042.147.243.
La inversión total del estadio hasta hoy es de $75.000.000.000. Setenta y cinco mil millones.
Mal haría como diputado en ser sarcástico o en andar tirando puyazos al gobernador Monsalvo Gnecco, pero le pregunto, ¿será que la gente en Valledupar opina por deporte o porque ajá que el estadio está saliendo costoso y pareciera una obra de nunca acabar?
Vea, gobernador, los recursos del Sistema General de Regalías, para el bienio 2021-2022, se deben priorizar con cabeza fría y con planeación. Al margen que sean recursos de regalías por asignaciones directas, por compensación de asignaciones directas o por incentivo a la producción.
Muy respetuosamente, el hecho de involucrar a la Universidad Nacional de Colombia para nuevos estudios y diseños, no resta importancia a las críticas que se han hecho y se hacen a la contratación del Armando Maestre Pavajeau en cuanto a adiciones y prórrogas.
Que seamos diputados y estemos en la oposición no significa que pretendamos abordar los temas por el simple hecho de oponernos, o porque nos da la gana y menos por deporte, lo del Armando Maestre Pavajeau no debió ni debe darse de esa forma.
Y ojo que yo no estoy cuestionando la utilidad del Armando Maestre Pavajeau, ni bruto que fuera para no considerar que Valledupar merece su estadio. Tampoco soy enemigo del deporte y mucho menos del desarrollo en infraestructura de la ciudad. Pero no se trata de que a punta de adiciones se termine enterrando en ese estadio 75 mil millones por un lado en solo obra, y ahora lo que falta en una tercera etapa.
Se toma el nombre de la Universidad Nacional y ojo que muchas veces se pone en juego; ojalá que así como se posa con el nombre de esa importante universidad, para los diseños de la tercera etapa de la obra del Estadio de Futbol de Valledupar, se tenga igual de transparencia cuando seleccionen al contratista, al interventor y al supervisor de esa obra y que no se den más adiciones y prórrogas.