Respondiendo a la memoria histórica de dos países que han compartido el ADN de la guerra, el conflicto y las barbaries, los colectivos Maderos Teatro, de la ciudad de Valledupar, y Gitanos Teatro, proveniente de México, se unen para dar vida a la obra ‘Cuando la luna hace ruido’.
Este proyecto tiene justificación en el año 2016 cuando Maderos Teatro sirvió de residencia artística a Yessica Esther Moreno, una integrante del colectivo Gitanos Teatro. A partir de esa estadía y las conversaciones que existían entre ambos grupos de teatro nace la idea de contar una historia intercultural, donde los dos países intervinieran en una investigación con el único destino de convertirse en una creación que será representada a través de las artes escénicas.
Sin embargo, la ambición del colectivo vallenato de concertar en escenarios internacionales llevó la propuesta a participar en el programa de Apoyo a Proyectos y Coinversiones Culturales, promovido por el gobierno federal a través del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, Fonca, quienes con “rezo y chulito en mano” resultaron ganadores de la beca.
Este premio será desarrollado de la mano de artistas mexicanos, de gran reconocimiento como Gitanos Teatro, el colectivo musical ‘La revuelta de las semillas’ y el dramaturgo mexicano Alejandro Román.
El colectivo Gitanos Teatro, quien tuvo su génesis hace 10 años, define al proyecto ‘Cuando la luna hace ruido’ como la oportunidad de mostrar el espejo y la hermandad que hay entre Colombia y México, puesto que la taxonomía de la historia abordará la ola de crímenes, discursos de odio, genocidios y políticas que flagelaron a las dos naciones a mediados de los 90 y que aún en épocas donde se negocia el término del postconflicto, las diferentes formas de violencia todavía asoman sus rostros.
El guión de esta representación, que explora el género dramático, cuenta la historia de una chica que nace en la ciudad de Valledupar y que desde muy joven tiene que emigrar a México debido a las amenazas que recibe su padre durante la época paramilitar, pero cuando este personaje arriba a una comunidad mexicana encuentra la misma situación de violencia, teniendo que sufrir el asesinato de su madre.
Esta propuesta de hermandad entre las dos naciones resaltará el folclor contenido en la música vallenata y los ritmos nativos de México, un reto que ha obligado a los artistas visitantes ponerse a la vanguardia del acordeón, la caja y la guacharaca.
El dramaturgo mexicano, Alejandro Román, en su visita a la ciudad reconoció en la capital “una ciudad hermana con muchas similitudes a las que hay en pueblos de México y sobre todo en la provincia”.
Con respecto a la escena vallenata, el dramaturgo expresó: “estoy fascinado con el imaginario que en torno a él se erige, con los ritmos frenéticos del cajón vallenato, sus orígenes afro-mestizos. Esta mezcla con las leyendas que emana del acordeón, las leyendas de todos los personajes que han forjado del Festival y sus rivalidades en las tarimas”.
La obra será estrenada el tres de agosto, la cual tendrá una serie de funciones en Colombia. Posteriormente será presentada en México los días tres, cuatro y cinco de noviembre en el Centro Nacional de las Artes de la capital mexicana.
Por: Tatiana Guerrero Jácome /El PILÓN