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Cuando Dios da la orden hasta el diablo obedece

Por Aquilino Cotes Zuleta

A muchos jóvenes y mayores adultos les parecen súper aburrido, los temas que tienen que ver con los Acuerdos de Paz que se van a suscitar de un momento a otro en La Habana Cuba entre el Gobierno Nacional y Las Farc.

En otros escenarios están los opositores políticos y a los que les conviene que no termine el conflicto que ya lleva más de medio siglo, para poder seguir atizando el fuego y elegir Presidente, congresistas, gobernadores, diputados, alcaldes y concejales.

Se les olvida a los “manipuladores” de votos que Colombia tiene una democracia participativa, que según el Artículo 103de nuestra Constituciónel ciudadano adquiere formas de participación directa mediante las cuales puede incidir en la toma de decisiones por parte del gobierno, incluso reversar decisiones ya tomadas por éste;  se contemplan las acciones de grupo, iniciativa legislativa, acción popular, revocatoria del mandato, que permiten al ciudadano no la simple expresión de un concepto sino exigir, redireccionar las decisiones tomadas e incluso: revocar el mandato al elegido, precisamente cuando no se acoge a lo prometido, dentro del concepto del voto programático. 

El voto es expresión de libertad y por ello la normatividad colombiana contempla herramientas constitucionales y legales para que el ciudadano pueda acceder a él libremente, con el ánimo de contribuir al desarrollo de la comunidad, lo que sucede es que muchos políticos aplican no la norma sino la corrupción total para poder elegirse. 

Es decir que 50 años del conflicto armado se podría solucionar pronto, no como ocurrió en Guatemala en donde el conflicto duró 36 años y se concretóla paz en diez años de diálogos en el exterior  (México).

El proceso de negociación por la paz de Guatemala fue súper lento, escabroso e intermitente a veces, comenzó en 1987 y terminó el 29 de diciembre de 1996, con la firma del ‘Acuerdo de paz firme y duradera’, el cual sintetiza los acuerdos firmados por el Gobierno y la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca, para poner fin al Conflicto Armado Interno (Condore 2007, p. 40).

Pero, en Colombia hay detractores que se sumergen políticamente y prefieren satanizar el proceso de paz que lleva 14 meses, en detrimento de todo un país que pide y reclama a gritos que cese el conflicto con las Farc, que el Gobierno también acabe con los grupos delincuenciales organizados y  la corruptela oficial. 

Lo que  Santos ha dicho es que la Paz se firmará antes de que termine el año y el referendo por la paz se realizaría con las elecciones de Congreso en  marzo próximo o con las presidenciales en mayo de 2014. 

Lo que sí está claro es que los acuerdos entre Gobierno y las Farc serán refrendados, los colombianos tendrán la última palabra, para validar lo pactado a través de un referendo. Como dirían mis consejeros: “Cuando Dios da la orden hasta el diablo obedece”.

Hasta la próxima semana.

 

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