X

¿Cuáles refugiados? Los ambientales

MEDIO AMBIENTE

Por: Hernán Maestre Martínez*

Valledupar Ciudad Ecológica de Colombia.  Recuperemos y conservemos las cuencas de los ríos Guatapurí y Cesar. Hagamos causa común para que el Embalse Los Besotes sea una realidad, es agua para la vida en Valledupar, La Paz y San Diego.

Es una realidad incontrovertible el aumento en la ola de los refugiados ambientales, ya que se están viendo atrapados entre el avance de los desiertos, la escasez de agua y el aumento del nivel del mar. Medidos desde el punto de vista de su productividad biológica, los suelos que pueden soportar a la humanidad están disminuyendo. La creciente densidad  poblacional, que antiguamente sólo se generaba por el aumento en el número de habitantes, ahora también se genera por el avance de los desiertos y muy pronto por el proyectado aumento en el nivel del mar. En la medida que los acuíferos son sobreexplotados, millones de habitantes son obligados a reubicarse en busca de agua.
Ya conocemos que la expansión del desierto en el Sub Sahara africano está desplazando a millones de personas forzándolas a moverse hacia el sur o a migrar al norte de África. Como referencia tenemos que en 2006 una conferencia de Naciones Unidas sobre la desertificación en Túnez, proyectó que para el año 2020, 60 millones de personas podrían haber migrado del Sub Sahara africano al norte de África y a Europa. Claro que este flujo de emigrantes se viene dando desde hace muchos años. Con la gigantesca cifra de 2.400 millones de personas que se adicionarán a la población mundial para el 2050, especialmente en países que ya están sufriendo por el agotamiento de sus aguas subterráneas, los refugiados por el agua posiblemente serán cada vez más comunes. Y lo serán aun más en aquellas regiones áridas y semiáridas donde el crecimiento poblacional está sobrepasando la capacidad de suministro de agua y llevando a la región a hundirse en una pobreza hídrica. Ya existen casos de poblaciones en el noreste de India que han abandonado lugares, en la medida que los acuíferos se agotan y que la población no puede encontrar agua.
El avance de los desiertos igualmente genera desplazados y reduce crecientes poblacionales a vivir en áreas geográficas cada vez más pequeñas. Los refugiados por la desertificación típicamente terminan en las ciudades, muchos en asentamientos ilegales y otros migran al exterior. Para el caso americano, tanto en Brasil como en México, los desiertos se expanden y fuerzan a la gente a desplazarse. En Brasil, 66 millones de hectáreas de tierra están afectadas, muchas de ellas en la parte nororiental del país. En México con una mayor cantidad de tierras áridas y semiáridas, la degradación de tierras cultivables ahora es superior a 59 millones de hectáreas. En tanto que la expansión de los desiertos y la escasez del suministro de agua, desplazan a millones de personas, el aumento del nivel del mar promete desplazar un número mayor en el futuro, dada la concentración de la población mundial en zonas costeras bajas, el número puede eventualmente alcanzar cientos de millones, lo cual es una poderosa razón para estabilizar el clima y el número de habitantes sobre la tierra.
Al final, el problema del nivel del mar es determinar hasta dónde los gobiernos son los suficientemente fuertes para soportar la presión política y económica de reubicar un gran número de personas y sufrir grandes pérdidas de instalaciones industriales y de vivienda en las zonas costeras. ¿Será que Colombia no está sufriendo ya por la erosión y penetración que hace el mar en las costas de La Guajira, Santa Marta, Cartagena y San Andrés y en la Costa Pacífica?  Por todo lo expuesto, nuestra alternativa es simplemente una: reversar estas tendencias.

NOTA BREVE:

¿Cuándo le pondremos coto al estado de anomia o desorganización social como resultado de la desaparición total o parcial de las normas y valores comunes? Ojo con el tránsito de Valledupar.

*Especialista en Gestión Ambiental.

Categories: Columnista
Hernan_Maestre_Martinez: