El Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en su desespero, lanzó unas declaraciones que causaron gran preocupación en Colombia, habló de revelar los secretos que tiene sobre el proceso de paz ¿De qué hablará? ¿Qué clase de pactos hicieron? ¿Será cierto? ¿Será una estrategia para desviar la atención por la situación del país que está llegando al límite?
Esta semana, Nicolás Maduro vivió un verdadero viacrucis, tiene el agua al cuello y cada día se complica más; la gente en Venezuela perdió el miedo y las marchas se multiplican en la calle ante una represión brutal, que mantiene en alerta a la comunidad internacional, en una sola noche murieron 12 personas, lo que se preveía; saqueos y desmanes ya se presentan en todas partes. Alarma que un país garante esté dispuesto a descarrillar un proceso que afronta su etapa final, lo veo difícil, pero inquieta, ya las Farc salieron con un comunicado a respaldarlo, no hay duda, el proyecto de las Farc y la Revolución Bolivariana son lo mismo, Iván Márquez lo ratificó en meses anteriores, que ellos buscaban implantar el mismo modelo en Colombia, pero por la vía democrática, ya no por las armas; al parecer, no se han dado cuenta que la revolución fracasó, como expresó el Presidente Santos esta misma semana, quien ha cambiado su posición y, ahora, se nota menos cauto, marcando distancia y tomando decisiones que tarde o temprano acrecentarán la ira de Maduro, que conociéndolo, puede valerse de lo que sea con esas grabaciones, editar y presentar contenidos que desestabilicen aún más a un mandatario como Santos, con tan baja popularidad, está en el 16% y con tendencia a la baja, algo que podría marcar una ingobernabilidad en el final de su mandato y de paso beneficiar a las Farc para consolidar su proyecto político.
También preocupa el estallido social que vive Venezuela, son miles de compatriotas que han llegado y siguen llegando, sin ningún tipo de plan del gobierno colombiano; se trata de una crisis humanitaria de refugiados y hay que atenderla como tal, no podemos seguir escudados en que es un problema que deben resolver los propios venezolanos; las ciudades colombianas, especialmente de la Costa Atlántica, están invadidas de personas con todo tipo de necesidades y el gobierno colombiano no pude ser indiferente ante tal situación, Colombia es un país de inmigrantes y también muchos colombianos han llegado al vecino país, lo menos que podríamos hacer es tenderles la mano.
Queda claro que Santos y Maduro se utilizaron, buscando beneficios individuales y hoy son víctimas de su propio invento, siempre fue una relación marcada por la hipocresía, las malas maneras y el chantaje; Maduro tratando de usar a las Farc para ampliar su proyecto y, con la presión de Fidel y Raúl, lo logró; Santos, buscando una paz que no era lo suficientemente amplia, con poca justicia, también cumplió sus objetivos; hoy, tenemos los resultados, dos países hermanos en medio de una confusa tensión, hablando de pactos secretos, sacándose los trapitos al sol y lo más grave, no se sabe en que pueda desembocar ante la inminente caída de Maduro, un presidente que perdió el norte y puede hacer cualquier cosa con tal de aferrarse al poder.
Por Jacobo Solano C.
@JACOBOSOLANOC*