Desde comienzos de octubre el director del Departamento Nacional de Planeación –DNP-, Simón Gaviria, lidera encuentros regionales para construir el Plan Nacional de Desarrollo –PND- 2014-2018 del gobierno del presidente Juan Manuel Santos, con la participación de la sociedad civil, gremios, grupos étnicos, academia, alcaldes y gobernadores, que en mesas de trabajo priorizan los proyectos estratégicos para las regiones.
“El PND es la carta de navegación que define las metas e inversiones que deberá cumplir el Gobierno nacional, que se compone por una parte general y un plan de inversiones de las entidades públicas del orden nacional”, según lo define el Departamento de Planeación. De ahí su importancia para las regiones.
¿Qué aporten han hecho los gremios de la producción del Cesar a este Plan? Hasta ahora no se ha hecho visible la participación de las fuerzas vivas del departamento y se nota una lejanía con el futuro de los cesarenses, por lo menos lo que vendrá para los próximos cuatro años.
Si se da la reunión prevista para esta semana con Simón Gaviria en Valledupar, es la oportunidad para que lleven propuestas consolidadas y unificadas. Se sabe que hay temas como la represa de Los Besotes, las vías, el centro de convenciones de Valledupar, el Centro de Desarrollo Tecnológico, entre otros que no pierden vigencia y que siempre salen a relucir. Pero hay otros temas que deberían salir a flote y necesitan doliente: cómo aprovechar el potencial de desarrollo fronterizo, que hoy día es nulo, así como la cercanía con el mar para que los productos que aquí se producen tengan opciones de mercados internacionales. Por qué no proponerle al Gobierno Nacional que en el tema de Electricaribe, del que tantos políticos se pegan, se piense en una tarifa diferencial y en una planta de energía alimentada con carbón cesarense, que incluso es una propuesta que viene avanzada.
El Plan de Desarrollo Nacional es la oportunidad para que a las regiones llegue un nuevo aire, si no se logran incluir propuestas o proyectos de impacto para estas, difícilmente puede cambiar el panorama que hoy tenemos.
Se necesitan a los gremios de la producción, a las asociaciones de profesionales, al gobernador y a los alcaldes, y por supuesto a los congresistas cesarenses, unidos para que el Cesar no quedé divorciado con el PDN.