I
Pepe dijo en una ocasión:
la muerte es sombra de olvido,
muchos amigos se han ido
y no los nombra la región.
He tomado la decisión,
inspirados en los cronistas,
con mi estilo costumbrista
escribir hechos locales;
los libros son inmortales,
y están los míos a la vista.
II
Crónicas de Plaza Mayor
fue su primer testimonio,
con él vence los demonios
que frenan siempre al autor.
Su talante narrador
en historias regionales,
de amistades y corrales
en andanzas de vaqueros;
de los Santos fue carguero
en las fiestas patronales.
III
La distinción respetable
es su máximo legado,
gran funcionario admirado:
en la alcaldía fue loable,
en el congreso honorable,
y desde la gobernación
fomentó la educación
en los pueblos del Cesar;
lo vamos a recordar
por esta noble misión.
IV
Pensativo al atardecer
sus anécdotas revive,
y con sencillez escribe
los sucesos del ayer.
Los silbos de amanecer
despertaban las mañanas,
y las hermosas sabanas
eran espejos del sol;
y la luz del arrebol
en su alma se desgrana.