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Croniquilla. Frases de la historia III

Muchas expresiones han pasado al uso diario derivadas del algún acontecimiento que el tiempo trata de borrar. He aquí algunas de ejemplo:
Soy de una sola pieza. Esta expresión se debe a la banda de Guatavita creada hacia 1880. Sobre el particular hay dos versiones. Una dice que en 1887 ejecutó por primera vez la polka “La Mirla Blanca” del compositor José Ponce de León, autor de las dos primeras operas colombianas “Esther” y “Florinda”, sobre libretos de Rafael Pombo. Tan extraordinaria era su ejecución que en adelante en todas partes le hacían repetir mucho esa pieza musical. La otra versión dice que, en un combate de la Guerra de los Mil Días, en cercanías de Guatavita, los liberales seguros de la victoria que obtendrían contrataron a la banda para celebrar, pero en ese encuentro armado vencieron los conservadores. Entonces éstos le pidieron a la banda que tocara para ellos la celebración del triunfo, pero éstos que eran liberales se negaron y dijeron que ellos eran “de una sola pieza”. Muchos años duró esta banda. Su última presentación fue en 1967 por la Televisora Nacional.

Hacer el oso. En un pueblo de La Patagonia un alcalde quiso hacer un reconocimiento a un símbolo de la Antártida. Un consejero lo convenció de hacerle una estatua al oso polar, pero antes de la inauguración del monumento alguien le hizo notar que ese animal solo existía en el Ártico o Polo Norte. El alcalde entonces quiso deshacerse de la estatua y trató de donarla a algunas instituciones, pero nadie aceptaba el regalo por creer que también heredaban el ridículo o la burla que suscitó el acontecimiento. De ahí viene la expresión “hacer el oso” como sinónimo de ridículo. Sin embargo, existe la versión que desde la Edad Media los gitanos en Europa amaestraban osos y los ponían a bailar en espectáculos públicos y después en circos. Como es un animal lento y torpe de movimientos, se generó la frase “hacer el oso,” como equivalente de algo grotesco.

París bien vale una misa. Para la segunda mitad del siglo XVI Europa se desangraba por las guerras religiosas. Enrique de Borbón pretendía el trono francés, pero tenía el impedimento de ser hugonote o protestante en un reino de mayoría católica. Buscó la mediación del Arzobispo de Bourges quien logró su abjuración de la fe protestante en 1593, en la catedral de Saint Denis. A ese rey se le atribuye la frase, que ahora se toma para definir prioridades: “París vaut bien una messe”, París bien vale una misa.

Discusión bizantina. Damos a entender con esta frase que los temas tratados en alguna polémica no tienen relevancia, o que las conclusiones son ambiguas. En Bizancio, después Constantinopla y ahora Estambul, durante la alta Edad Media cuando era cristiana hubo concilios y reuniones de la primera iglesia ortodoxa griega donde discutían asuntos acaloradamente y hasta con violencia como el sexo de los ángeles, si los querubines eran de mayor rango que los serafines, si el arcángel Gabriel era superior a los arcángeles Miguel y Rafael, a donde van los niños que mueren sin bautizar o si Jesucristo reía. Esto dio pie para que toda controversia ambigua o sutil, sin importancia, se le llamara discusión bizantina.
Victoria pírrica. Esta expresión a menudo se emplea. Con ello queremos significar que, a pesar de un triunfo obtenido, su costo elevado, a la postre es una derrota. La frase se originó en las guerras que sostuvo Pirro, rey de Epiro, entre los años 280 y 285 a.C. contra los romanos. En la batalla de Ausculum que dejó un número de víctimas demasiado alto, así como la batalla de Heraclea, a pesar de las victorias del rey Pirro, fue tanta la gente sacrificada de su bando que le hizo exclamar: “Si consigo otra victoria como esta estoy perdido”.

FOTO RODOLFO ORTEGA MONTERO
Rodolfo Ortega Montero, abogado especialista en Derecho Administrativo, académico, historiador y escritor vallenato.

Categories: Crónica General
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