Once días antes de la fecha fatal Simón Bolívar escribía en Santa Marta una desgarradora despedida a su prima Fanny de Villars, su amante. Su último adiós decía en uno de aquellos apartes: “Tú estás conmigo en los postreros latidos de la vida, en las últimas fulguraciones de la conciencia. Me tocó la misión del relámpago, rasgar un instante las tinieblas, fulgurar apenas sobre el abismo y tornar a perderme en el vacío”. Algunos críticos sostienen que tal carta es falsa pero otros dan razones contrarias y hasta aducen que Fanny, esposa divorciada del conde de Villars, era una intermediaria, que libre de vigilancia marital, llevaba la correspondencia de Bolívar y Therese Laisnay, quien era compañera sentimental del coronel peruano Mariano Tristán y Moscoso, pareja con quien había intimado aquél en Paris y Bilbao hacia 1802. Según la versión que referimos, Bolívar embarazó a Therese en junio de ese año, a menos de un mes de casarse con María Teresa Rodríguez del Toro y Alaiza con quien fijó residencia en Caracas, donde ella muere en enero de 1803. En abril nació en Paris la hija de Bolívar y Therese, a la que bautizan como Flora Tristán. Ella fue nada menos que la precursora del socialismo en Europa, de la Unión Obrera Universal, la misma que ideó el grito de “proletarios del mundo uníos” que luego tomaron Marx y Lenin como divisa de lucha.
Ella, en su obra “Peregrinaciones de una Paria” decía que el embrutecimiento de un pueblo da vida a la inmoralidad de la clase alta. En sus viajes Marx llevaba un camafeo con la imagen de Flora, la que situaba en su mesa de noche. Ella se casó con André Chazal y tuvo tres hijos: Alexander, Ernest Camile y Aline. Luego de mil disgustos entre ellos, vino el divorcio y un atentado que le hizo el esposo hiriéndole un seno y por lo cual fue condenado a 20 años de trabajos forzados.
Al parecer el coronel Tristán tenía sospechas de su paternidad sobre Flora. Muy posiblemente comunicó sus dudas a su hermano Pio Tristán y Moscoso, prócer de la independencia del Perú. Cuando fallece aquél, Flora escribe pidiendo la cuota herencial que su padre, el Coronel, le hubiere dejado en Perú, pero su tío Pio contesta una carta en francés muy tierna pero dura en la argumentación jurídica que le niega la cuota de herencia por no ser hija de matrimonio, ya que Mariano y Theresa nunca estuvieron casados. Cuando Flora viaja a Perú, es bien recibida por su parentela de allá, pero igualmente regresó con las manos vacías ante la duda de aquellos en considerarla como hija del coronel Tristán.
Finalmente Flora supo la verdad de su origen porque su madre Therese, al final de sus días le comunicó el secreto que ella era hija de Bolívar. Muerta Therese, se encontró entre sus objetos personales un camafeo con la imagen del héroe. En un documento Flora Tristán escribió todo esto y lo dio en guarda a Aline, una hija, con la promesa de publicar el secreto cuarenta años después de su muerte, lo que sucede en Burdeos en 1844, durante una de sus correrías de líder socialista.
De Flora no hubo fotos porque aún no se había inventado el daguerrotipo, pero se conservan pinturas al óleo de ella, los que tienen una asombrosa similitud con los rasgos faciales de Simón Bolívar.
Aline Chazal Tristán, su hija, contrajo matrimonio con Clovis Gaugin y de tal unión nació Paul Gaugin, el célebre pintor post impresionista amigo de Van Gogh, quien vivió un año en Panamá, entonces territorio de Colombia, y después se fue a Thaití donde pintó sus famosos cuadros de mujeres thaitianas, hasta su muerte en 1903. De su madre Aline recibió el documento que dejó su abuela Flora pero no reveló su contenido sino poco antes de morir, ya en el siglo XX, superando él y su familia el complejo de no hacer público el origen espurio de la familia, así fueran ellos descendientes de Simón José de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios Ponte y Blanco, el hombre más famoso que ha nacido bajo el cielo de América.
Por Rodolfo Ortega Montero