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Crónica de una quiebra anunciada

Por Carlos Guillermo Ramírez 

Cada día me convenzo de la grandeza y de la magia de la pluma de nuestro Nobel de la Literatura Gabriel García  Márquez,  su capacidad e inventiva de sustraer de los capítulos cotidianos de la vida, anécdotas, cuentos y novelas cargadas de una exuberancia anecdótica con pinceladas de fantasías, sentidos figurados y abundante metáforas;   incluso que de los mismos títulos de las obras de Gabo,  se pueden extraer grandes enseñanzas y  hasta reglas que hoy hacen parte de nuestro lenguaje popular y cotidiano  a manera de dichos, ejemplo de ello,  la expresión “Crónica de una muerte anunciada”.

Hoy con  el debido respeto y merecido cuidado, tomo los episodios que están sucediendo en La Paz, para asimilarlos a ese anuncio macondiano,  respecto de los serios indicios que dan lugar a pensar que a este noble y querido municipio, se le viene anunciando una quiebra y un déficit fiscal,  difícil de enfrentar los próximos años, a  lo que hoy llamo “Crónica de una quiebra anunciada”. Todo se debe al capricho y  aferramiento de la administración municipal, que insiste en recurrir a un crédito público por una jugosa suma dineraria, sin ninguna clase de planeación,  ni estudios financieros serios que den el cálculo y la garantía de esa operación crediticia. Es tan premeditada y mal intencionada  la iniciativa, que no  les ha bastado, la inconformidad y protesta de la comunidad, que en señal de rechazo,  ya unos ciudadanos se encadenaron en las puerta del recinto del concejo municipal para impedir la sesión del  concejo en la primera ocasión que se presentara el referido proyecto,  ni mucho menos fue suficiente el voto negativo de la mayoría del concejo,  quienes hundieron la iniciativa en el pasado periodo de sesiones.

No obstante a ese tropiezo,  la administración nuevamente volvió a presentar la iniciativa, pero esta vez,   ya no sometida al debate, discusión y  voluntad de todoel cuerpo colegiado, sino que está dirigido a una mayoritaria coalición preestablecida y concertada  para aprobarlo en los próximos días, según se comenta en los corrillos de la población.¡Qué horror¡ y pensar que si esto llegase a ser verdad, porque aún me resisto a créelo,  es de esta misma manera que se anuncian los, desgreños administrativos, los malos manejos del erario público  y la pésima inversión pública a lo ancho y largo del territorio nacional, bajo la mirada atónita y desconcertada de la comunidad; con el agravante y desconsuelo que los recursos provienen de los mismos ciudadanos que tributan  al Estado y para rematar,   que el control fiscal,  según previsión constitucional, es posterior y selectivo y la reacción de los órganos de control, llega después que se han invertido los recursos, donde, mejor dicho, ya no hay nada que hacer.

 

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