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Cromi resocializó e hizo bachilleres a tres jóvenes

Los jóvenes lucieron orgullosos su cartón de bachiller, entregado por el Colegio Técnico la Esperanza.

Un giro de 180 grados dio la vida de tres jóvenes que ingresaron hace dos años al Centro de Recepción y Observación del Menor Infractor de la Ley Penal, Cromi, por el delito de hurto calificado.

Tras reconocer sus errores y luego de iniciar un proceso de resocialización, estas tres personas pudieron cumplir su sueño: graduarse de bachiller.

El logro lo cumplieron luego de dejar atrás sus malas conductas y empezar una nueva etapa vinculada al estudio y al deseo de superación.

Fueron dos años en los que de lunes a jueves acudieron juiciosos a las clases, cumplieron con los requisitos establecidos, hasta que lograron el objetivo de alcanzar el cartón de bachiller.

“Son tres jóvenes que pagaron la pena en el Cromi, que era de dos años, pero durante ese tiempo nos dimos a la tarea de resocializarlos para entregarles a la sociedad personas decentes, sanas y competitivas”, indicó Eduardo Elías Gámez Bracho, director del lugar.

“Ellos tenían antecedentes por conducta delictiva y hoy son ejemplo de superación, a tal punto que uno de estos jóvenes está liderando un proyecto, del cual saca sus ingresos para subsistir”, agregó Gámez Bracho.

El proyecto se adelantó gracias al convenio que hizo el Cromi, con el Colegio Técnico la Esperanza y la Secretaría de Salud Municipal, que durante ese tiempo dispuso de sus profesionales para que hoy estas personas sean ejemplo de superación.

Durante la ceremonia de graduación, el Sena entregó 77 certificaciones en cursos como topografía, sistema y ebanistería, panadería, procesamiento de productos cárnicos y agropecuarios, calzado y elaboración de postres, entre otros talleres que se les imparte, destacó el director del Cromi. “La idea es que los gremios, empresarios, las instituciones y la sociedad civil en general apoyen el proceso, donde intervienen el ICBF, la Alcaldía de Valledupar y la Gobernación del Cesar, para mantener a los menores al margen de la ilegalidad y evitar que ingresen al sicariato, el hurto calificado agravado, lesiones personales, porte ilegal de armas y la comisión de otros delitos”, subrayó.

En 2014, nuevas metas

El Centro de Recepción y Observación del Menor Infractor de la Ley Penal tiene hoy 28 internos con medidas preventivas y 47 en libertad asistida por delitos menores y en proceso de formación y estudio.

Por esta razón se busca crear más vínculos con instituciones educativas para el próximo año, con la intención de seguir resocializando a los menores.

“Estamos trabajando con siete u ocho jóvenes que el próximo año tendrán la oportunidad de graduarse de bachiller. De igual manera sigue el trabajo con el Sena para que certifique a los muchachos”, agregó Gámez.

Más allá de esto, desde el Cromi se implementan políticas más profundas para que los jóvenes que se gradúen de secundaria y puedan ingresar a la educación superior.

“Vamos a reunirnos con el Alcalde de Valledupar para que nos apoye con la universidad de los muchachos y con proyectos laborales para que ellos tengan su propio sustento”, remarcó Gámez.

Por Arnol Murillo Rincón / EL PILÓN 

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