La Alta Consejera Presidencial para la equidad de la Mujer, Cristina Plazas Michelsen estuvo en Valledupar participando en un encuentro departamental de mujeres. EL PILÓN le preguntó sobre los avances de la reglamentación de la Ley 1257 y otros temas.
El Pilón. ¿Cómo ha sido el proceso de la implementación de la Ley 1257?
Cristina Plazas Michelsen. Por primera vez en la historia vamos a tener una sola estrategia de capacitación a los operadores judiciales, entendiendo que uno de los problemas más graves que tienen las mujeres es el acceso a la justicia. Nunca habían trabajado de manera articulada las diferentes escuelas de formación de las diferentes entidades: Policía, Fiscalía, Comisarias de Familia y ESAP.
Se está desarrollando un diplomado con ejercicios prácticos, para que los operadores judiciales puedan aprender las aptitudes necesarias para poder atender y abordar la problemática de género. Lo importante de todo esto es que esta metodología, quede incluida en todos los pensum de estudio de las escuelas con una sola estrategia para todos los entes.
También estamos fomentando en las empresas la contratación de mujeres víctimas de la violencia. Existe una exención tributaria que ya está reglamentada para que los empresarios aprovechen este beneficio. Con esta medida se espera que aumenten las denuncias sobre maltrato porque las mujeres afectadas van a tener más oportunidades de trabajo porque generalmente la falta de recursos económicos es la que impide en muchas ocasiones, romper esos círculos de violencia. Si la mujer denuncia a su agresor, no va a quedar desamparada.
Por otra parte, también está en proceso de reglamentación el hecho de que las EPS, se encarguen de brindarles a aquellas mujeres que consideren que su vida corre peligro, un subsidio de alimentación, transporte y hospedaje. Estamos en ese proceso de articulación para que la parte operativa sea real.
Educación para la prevención
E.P. ¿Cómo están trabajando la parte de prevención de la violencia contra la mujer?
C.P.M. Definitivamente lo que debemos hacer en este país para lograr la prevención de todas las violencias en general, es el fortalecimiento de las competencias ciudadanas. Para este gobierno y la Ministra de Educación, una de sus prioridades es el fortalecimiento de las competencias ciudadanas porque a través de ellas se puede lograr que los niños y jóvenes no solo sean buenos en matemáticas y castellano, sino que se puedan formar como ciudadanos de bien.
E.P. ¿Cómo se implementa esto?
C.P.M. Son programas integrales que deben desarrollarse en los diferentes colegios, empezando desde la primera infancia. En el programa del Gobierno Nacional de Cero a Cinco, el componente fundamental es el respeto por los derechos de los demás. Estamos haciendo un trabajado con las madres comunitarias en este sentido, y trabajamos con las competencias ciudadanas en las instituciones educativas.
Una cultura que justica la violencia
E.P. ¿Cuál es el mayor desafío que tiene la Alta Consejería para la Equidad de Género para que los derechos de las mujeres sean una realidad?
C.P.M. Romper los patrones culturales que sustentan el machismo. En una encuesta que hicimos recientemente, se pudo evidenciar que todavía es muy alto el índice de machismo, y la justificación de la violencia contra la mujer.
E.P. ¿Qué papel cumple la cultura en este caso?
C.P.M. Yo casi no veo los canales colombianos, porque llego de la oficina y es increíble que en un país donde todos queremos la paz, en un canal está El Capo, en el otro canal Pablo Escobar y termina otro programa y viene Corazones blindados que también es de pura violencia.
No creo que un país que esté soñando con la paz, todos los sectores estemos alineados con ese tipo de producciones, porque la parrilla de los canales colombianos lo único que hace es fomentar la violencia en los hogares. Eso hace que el tiro no le asombre a uno y se termine acostumbrando a la violencia.
Pero este cambio de patrones culturales, no lo podemos lograr solo como gobierno, sino que se tienen que involucrar los medios de comunicación, las juntas de acción comunal, porque ellos son los que están más cercanos de las familias, para que promuevan programas de fortalecimiento familiar.
E.P. Usted dice que el peor enemigo que tiene el país es la violencia intrafamiliar ¿por qué?
C.P.M. En este país tenemos un problema gigante y es que cuando hablamos de violencia, sentimos que los que más nos afecta es la violencia del monte, y que una bomba que estalló en el departamento Cauca nos afecta a todos los Colombianos, pero cuando los medios de comunicación registran que maltrataron a una niña, una mujer, a un hombre, lo miramos como algo lejano. La violencia intrafamiliar la individualizamos y la convertirnos un problema de ámbito privado y no nos hemos dado cuenta que un solo maltrato a cualquier persona de este país, nos afecta a todos como sociedad. ¿De dónde salen los guerrilleros, los pandilleros, los paramilitares? De hogares disfuncionales, donde existe violencia sexual, maltrato físico, sicológico, violencia entre la pareja.
Los índices de violencia intrafamiliar son mayores a los índices de violencia por producto del terrorismo.
Hay que dejar de ver la violencia armada como nuestro único enemigo y comenzar a ver que de donde surgen todas las demás violencias, es en la violencia intrafamiliar.
“Eso hace que el tiro no le asombre a uno y se termine acostumbrando a la violencia”.