Después de superar una isquemia cerebral, el periodista Crispín Rodríguez recibió el pasado viernes el reconocimiento a su vida y obra que otorga el Círculo de Periodistas de Valledupar. Días atrás también fue exaltado por la Cámara de Comercio de Valledupar.
Cualquiera que conozca la historia de la radio en el Cesar y La Guajira, tendrá necesariamente que saber de la existencia de Crispín Eduardo Rodríguez, veterano batallador de este medio, al punto de superar la enfermedad y seguir laborando.
Cuenta Crispín que en sus inicios como hombre que buscaba dedicarse al oficio de las comunicaciones, aprovechó la emisora Almirante Padilla de la ciudad de Riohacha, para publicar a manera de noticias de los pueblos, algunas inquietudes y problemáticas de las comunidades que visitaba con mucha frecuencia. “Para esos tiempos, en los años sesenta, me desempeñaba como agente viajero de empresas comerciales de Barranquilla y Valledupar y se me facilitaba la tarea”.
Años después, en Valledupar, con el furor de la música folclórica, este hombre de gran estatura y de figura quijotesca, hacía llegar a las emisoras Radio Guatapurí y Radio Valledupar, algunos comentarios que según su importancia y la aceptación de quienes manejaban las emisoras, eran publicados.
“Para la época, aunque eran pocos los espacios que dedicaban los medios al deporte, me daba a la tarea de hacer llegar resultados de los eventos informales que se realizaban en cada pueblo donde ocasionalmente llegaba cumpliendo con mi trabajo”.
La vida de Crispín transcurría entre el Cesar y La Guajira, alternando su trabajo de agente viajero con el periodismo. “Más tarde, logré ingresar fugazmente a la radio en Maicao, de donde me vine atendiendo un llamado para trabajar en una empresa de rifas de carro, en la que logré estar por un tiempo.
De allí pasé a trabajar en la emisora Radio Codazzi de propiedad de Don Manuel Pineda Bastidas, y luego como locutor a Radio Perijá de la familia Campo Soto ambas ubicadas en Codazzi.
De Codazzi se trasladó a Valledupar para ingresar a la emisora Ondas de Macondo y después a Radio Guatapurí, donde laboró como periodista por espacio de cinco años. Seguidamente entró a La Voz del Cañaguate para integrar el stand de periodistas del noticiero Testimonio 24.
Durante su trasegar periodístico también ha colaborado con periódicos como El Pilón, Vanguardia Liberal, Antena del Cesar, Primicia y las revistas Aquí el Cesar, Costa Caribe, entre otras.
Aunque el periodismo a Crispín no le ha dado grandes beneficios económicos, ha logrado subsistir y lo que más valora es el cariño y aprecio de la ciudadanía y los estamentos del Cesar que lo reconocen como un verdadero luchador. Tanto, que hoy, se resiste a dejar el oficio y sigue laborando en La Voz del Cañaguate.