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¿Crisis energética o saboteo económico?

La noticia que ocupa los principales medios internacionales desde febrero de este año es la guerra entre Ucrania y Rusia mostrada por las agencias internacionales aliadas a la OTAN (Léase Estados Unidos) como una “invasión” de un país (Rusia) a otro (Ucrania), bajo esta óptica lo que se busca es presentar a Vladimir Putin como el hombre malo de esta historia y al que todos deben odiar, incluso atacar.

Sin embargo, la situación real va mucho más allá de una simple “invasión” ya que después de ocho meses de conflicto hoy las noticias han ido migrando hacia una crisis energética que se avecina presionando el alza de los precios de la energía a nivel mundial, pero con un epicentro crítico en Europa y Latinoamérica sobre la cual se da una explicación simplista para poder soslayar hacia un nuevo frente de crisis, la disparada del dólar y una posible recesión económica mundial con los Estados Unidos como protagonista de siempre. 

Como se trata de un tema que requiere amplio análisis histórico, el espacio no nos alcanzaría por ende se debe acudir a la síntesis para poder entender no solo la génesis de este conflicto sino lo que realmente busca Estados Unidos con esta nueva crisis que tiene las mismas características de todas las anteriores en donde siempre está de por medio una guerra y una crisis económica creada artificialmente.

Lo primero es entender las razones por las cuales Rusia se encuentra en guerra con Ucrania y la relación directa de esta con la actual crisis energética; y para hacerlo basta remontarse a finales de 2013 cuando Estados Unidos rompiendo los acuerdos firmados desde finales de la segunda guerra mundial (Pacto de Varsovia) con la antigua URSS y la posterior conformación del tratado del Atlántico Norte (OTAN), invita a los países bálticos como Estonia, Lituania, Rumania entre otros a que hagan parte de esta alianza, situación que ve Rusia como una clara amenaza pues todos comparten frontera con ella y algunos otros con salida al mar negro donde se encuentra la península de Crimea especialmente la ciudad de Sabastopol  en donde Rusia tiene su principal flota, que entre otras razones generó que Rusia la anexara a sus territorios previendo que el nuevo presidente Ucraniano ahora pro Estados Unidos le cerrara el acceso a este importante puerto.

Desde entonces y durante los últimos nueve años, lo que Estados unidos ha venido haciendo junto con sus aliados Francia, Reino Unido y Alemania, es tratar de frenar a Rusia en su intento por convertirse en el principal y único proveedor de gas para Europa, primero oponiéndose férreamente a la construcción de los gasoductos NORD STREAM 1 y 2, los cuales abastecen de gas a la mayoría de países de Europa pero principalmente a Alemania quien queda en una indeseada situación pues al apoyar a Estados Unidos en su intento por aislar a Rusia, pierde a su único proveedor de gas de la cual depende toda su industria y hogares ad portas de un crudo invierno.

Al incrementar las sanciones sobre Putin, y el inminente acoso de la OTAN para que Ucrania se anexara al tratado se avanzó hacia el siguiente paso y era forzarlo  a que mordiera el anzuelo por lo que la OTAN (por supuesto de manera secreta) apoyó a grupos paramilitares en la región del DONBAS para que iniciara una limpieza étnica  sobre la población pro Rusa (Más del 90%), por lo que Putin no dudó en intervenir para defenderlos y de paso asegurar anexar toda esta región estratégica para sus intereses y así mantener a la OTAN lejos de sus fronteras. 

Rusia intenta por todos los medios evitar que Ucrania se anexe a la OTAN, pues así tendrían la excusa para atacar todos los aliados, por lo que la ayuda se hace soterradamente, mientras tanto Estados Unidos sabotea dinamitando los gasoductos Nord Stream, cortando el suministro hacia Europa para obligarlos a comprar su gas licuado a mayor precio, con esto mantiene a Putin ocupado en una guerra y aislado internacionalmente, logrando su objetivo de someter a Europa, crea una crisis energética mundial que solo le favorece a ellos, se dispara el dólar a nivel mundial, la deuda externa se multiplica y el FMI sale al rescate, la receta de siempre. Y en Colombia, todos culpando al nuevo gobierno.

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Eloy Gutiérrez Anaya: