A medida que Valledupar crece en diferentes aspectos como ciudad intermedia de proyección, la oferta de servicios se amplía considerablemente para que los habitantes permanentes, sumado a población flotante del mismo Cesar y de La Guajira, encuentren la posibilidad de satisfacer sus necesidades.
En este sentido, la educación se ha convertido en uno de los factores por los cuales la capital de este departamento va camino de consolidarse en la región como la ventana de oportunidad para la formación de los jóvenes en su etapa universitaria, con la facilidad y calidad de obtener una notable preparación académica en la zona.
Por ejemplo, a nivel local este año cursan el grado once 4.154 jóvenes en instituciones oficiales, de los cuales 3.698 estudiantes se encuentran en la zona urbana y 456 en la rural. De esta manera egresarán de 29 instituciones educativas urbanas y de 12 instituciones educativas rurales, según los datos entregados por el secretario de Educación del municipio, Luis Carlos Matute. Además se suman 1.305 estudiantes de 33 colegios no oficiales, con lo que en total se espera que egresen 5.459 alumnos.
A pesar de esto, el panorama no es tan alentador al momento de plantear el nivel de asistencia que tendrán estos jóvenes para cursar una carrera profesional. “No tengo la información de cuántos estudiantes ingresan a la universidad, pero se estiman que es 32 % de los egresados”, reconoció Matute.
Se convierte este en un dato algo desalentador en un municipio donde la cifra de desempleo llegó al 14,8 %, según la información del Dane.
Esto se debe, como explicó el secretario de Educación a diversos factores, entre los que sobre sale el económico, “debido a que en Colombia se presenta un alto índice de desempleo y poca oportunidad laboral, donde los padres tienen la posibilidad de que sus hijos lleguen a la educación media bajo la gratuidad y en ocasiones recibiendo este mismo beneficio en transporte y alimentación, imposibilitándose la continuidad a la universidad porque en este nivel educativo no se reciben éstos beneficios”.
A su vez sumó como otra causa de esto la ruralidad del país, ya que el joven estudiante que cursa el nivel medio muchas veces ve en su entorno social su único medio de vida y prefiere continuar con las mismas labores de sus padres en el campo.
Por último se refirió al libertinaje familiar, según lo que el joven está siendo amparado por leyes estatales permisivas que impiden un buen comportamiento social y por ende un mal comportamiento académico que le impiden una buena formación social y académica que lo relega de la posibilidad de ingresar a estudios superiores.
Para hacer frente a esta situación, Matute hizo referencia a la oportunidad que brindaría el Estado a través de Generación E, ampliando los 10.000 cupos anuales que ofrecía Ser Pilo Paga a 80.000. Estas se otorgan a aquellos estudiantes que acrediten un puntaje de 32 en el Sisbén y sean admitidos en el primer semestre en una universidad pública, cubriendo los gastos de manutención anual y se suman de la misma forma cuatro mil becas Generación E Excelencia para estudiantes que alcancen los tres mejores puntajes de pruebas saber en el departamento, con lo que existirá la oportunidad aumentar el ingreso a la universidad con un beneficio a la educación superior.
Aunque, como admitió el funcionario, todavía se requiere modificar el modelo de evaluación que realiza el Icfes de tal manera que esté acorde con los entornos sociales del país. “No podemos medir con el mismo instrumento a quienes se preparan en las urbes que los que se preparan en la zona rural”, dijo.
Parte de la oferta actual
Esta es una radiografía del nivel de acceso a educación superior que existe en la ciudad, paulatinamente las opciones se han ido ampliando para que los estudiantes tengan mayor oportunidad a una formación que los faculte como profesionales de este siglo, abiertos a todas las exigencias que plantea el mundo laboral.
De este modo, por ejemplo, la Universidad de Santander, Udes, con más de 30 años de funcionamiento y 24 años de estar en Valledupar, ha venido ofreciendo sus programas tecnológicos, de pregrados y posgrados, algunos de ellos incluso acreditados tanto a nivel nacional como internacional, mientras que siguen el desafío de la acreditación institucional.
Dentro de las posibilidades que brinda este alma mater, que cuenta con una capital humano que responde a la dinámica que vive hoy la región, sobre salen más allá de las carreras de pregrado seis especializaciones entre las que se estrenarán para este segundo semestre del año 2019 la especialización en seguridad y salud en el trabajo, así como la de gerencia de calidad y auditoría en servicios de salud, esta última con un convenio con una universidad de Valencia, España. “Tenemos muchas expectativas con nuevas especializaciones que ya están en proceso de construcción”, aseguró Aidé Niño Lora, directora de posgrados de la Universidad de Santander, sede Valledupar.
Ambos posgrados buscan consolidarse a la par de las especializaciones en gerencia de empresas y la de gerencia del talento humano, las cuales se han convertido en bandera de esta institución que cuenta con más de 80 convenios con universidades de cerca de 20 países en todo el mundo.
Además se suman a esta oferta una especialización en microbiología clínica y otra en biotecnología y seguridad alimentaria. Junto con esto, desde el año pasado la Udes ha puesto al servicio de la comunidad la maestría en gestión pública y gobierno, para la cual han suscrito un convenio con Goberna, una Escuela de Política y Alto Gobierno, a través de la cual los estudiantes tienen la oportunidad de obtener una doble titulación con una universidad europea.
“Le da la oportunidad al estudiante de tener una visión internacional, es muy pertinente sobre todo en estos momentos de crisis políticas que está viviendo el país. Me parece que todos los profesionales de la región que aspiren a cargos públicos deben exigirle por lo menos que hayan cursado una especialización y una maestría en esta área del conocimiento para evitar todos esos fracasos políticos que se están viendo no solamente en la región sino también en el país”, aseguró Niño Lora.
Con relación a las facilidades para que las personas accedan a estos estudios, la funcionaria de la institución educativa recordó que existen diferentes posibilidades, dentro de las que destacó los convenios con entidades filiales que ofrecen intereses razonables para que los estudiantes hagan sus créditos y también cuentan con una cooperativa de la universidad que ofrece beneficios a los estudiantes.
Sumado a esto, a quienes son egresados de este plantel les dan 20 % de descuento, a quienes tengan dos familiares de primer grado de consanguinidad les otorgan el 15 % de descuento y a las personas que hagan parte de entidades con las que la universidad tiene convenios igualmente se les practican descuentos en los valores de las matrículas.
Llegan más instituciones
Aunque ya algunas universidades se han consolidado a nivel local, debido a la demanda de estudiantes, otras instituciones están viendo que las oportunidades para ofrecer sus estudios.
De esta manera la Universidad del Magdalena ya está proyectando su llegada a esta capital por medio de cursos virtuales y también de clases que puedan dictar en asocio con otros planteles que les faciliten sus instalaciones.
Como explicó Mari Paz Quintero, responsable de mercadeo de esta institución, allí suman ya 36 programas en lo que se incluyen especializaciones, maestrías y doctorados divididos en seis facultades. Así pues, cuentan por ejemplo con especialización en finanzas, especialización en formulación integral de proyectos, especialización en alta gerencia que se homologa con una maestría en administración, de tal forma que la persona puede egresar como especialista y magister en dos años.
Igualmente ofrecen una especialización en cooperación internacional, especialización en gerencia de mercadeo, especialización en desarrollo de proyectos de ingeniería, la maestría en ingeniería que se homologa con la especialización en gerencia de proyectos, maestría de ecología y biodiversidad, programas en derecho como la especialización en derecho procesal, especialización en derecho administrativo, la especialización en derecho constitucional y los programas en derechos humanos, además de una especialización en derechos humanos y derecho internacional humanitario que se homologa con la maestría en protección y promoción de los derechos humanos.
También en la facultad de educación cuentan con maestrías en enseñanza del lenguaje, en enseñanza de las matemáticas, enseñanza de las ciencias naturales, maestría en educación y una especialización en docencia universitaria.
“Esos son los programas que en estos momentos están activos y tienen cursos abiertos”, sostuvo Quintero, quien hizo referencia a que en cuanto a la relación con Valledupar ya se está trabajando en la creación de programas virtuales dentro de los que están optando por los programas de derechos humanos, algo que esperan materializar más adelante.
“Todavía está en plan pero la idea es que se realice”, indicó la funcionaria, quien reveló a su vez que dentro de unas semanas estarán definiendo esta oferta y el otro mes esperan establecerlos para aprobar y entrar definitivamente en el mercado educativo de esta ciudad.
“La invitación es que nos conozcan, la oferta que tenemos, las ventajas que les damos y que sigan creciendo académicamente, que sigan formándose, que esto sirve a futuro y para ayudar al crecimiento de la región como tal”, agregó Quintero.
Así como otras instituciones, la Universidad del Magdalena ofrece beneficios como los descuentos para los aspirantes a estos programas y un crédito a corto plazo sin interés a través del cual la persona paga la mitad de la matrícula y la otra mitad la financia la universidad durante el semestre.