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Corte de cuentas

Es muy temprano para juzgar al actual gobierno aunque sus propuestas de campaña no dan para mucho. En materia económica la factura electrónica, la economía naranja y el fracking, de suyo, no producirán los cambios requeridos. En materia tributaria, con los anuncios del ministro Carrasquilla se asume que la brecha social crecerá.

El apoyo a los acuerdos del Teatro Colón con restricciones y el incremento de la violencia con cargo a los líderes sociales sin que medien políticas para impedirlo, nos producen una sensación poco halagadora. En el nuevo gabinete hay algunos nubarrones; el ministro de hacienda, Carrasquilla, está involucrado en los papeles de Panamá con el hipotético fraude a 117 municipios en su anterior ministerio; la ministra de educación fue cuestionada por el negocio de las pechugas a $40.000 cuando estuvo en el ICBF; el embajador ante la OEA, enemigo de los derechos humanos y defensor a ultranza del confesionalismo religioso; el embajador en Washington a quien se le acusa de gestar la creación del frente capital de las AUC en Bogotá y quien nos anuncia el regreso del glifosato pese a un fallo constitucional; el mindefensa Botero cuyas declaraciones iniciales generan desconfianza ante defensores de derechos humanos y quien desea criminalizar la protesta social y el retorno de las Convivir pese a los acuerdos de paz; la ministra de justicia que le quiere poner torpedos a la tutela, joya de la CPC/91; estas personas no son un buen hándicap para el nuevo gobierno. Habría que esperar. Lo que sí podemos ahora es presentar cómo Duque encontró los indicadores económicos y sociales para luego compararlos con los que nos dejará. Un gobierno no se mide por percepciones ni por los medios amigos o enemigos, sino por resultados, por indicadores certificados por las evaluadoras de riesgos nacionales e internacionales. La tabla está así: inflación, 2.47% en el primer semestre de 2018, economía informal 63.2%, pobreza monetaria 26.9%, indigencia 7.4%, pobreza multidimensional 17%, desempleo, 9.7%; crecimiento del PIB 2.2%, deuda externa 40.2% del PIB ($347.1 billones); población ocupada 22.5 millones, tasa de formalidad en las ciudades 50.6%, parques naturales 15% del país en hectáreas, mortalidad infantil 9 (proyectada de la histórica de 2014 = 11.34); 52% de personas con un salario mínimo mensual; tasa de homicidios 23.07/cien mil, 5.8% de analfabetas (con 4% de analfabetismo, la UNESCO declararía a Colombia libre); deserción escolar 20% al terminar la primaria, 12% al terminar el bachillerato y 50% en educación superior (OCDE). En comercio internacional Duque encontró lo siguiente: valor de las exportaciones en 2017 por rentas de trabajo (sin petróleo y minería) a precios FOB, US$16.889.4 millones, (productos agropecuarios, alimentos y bebidas, manufacturas y otros sectores).

Las importaciones, por su lado, ascendieron a US$47.668.7 millones (a junio del 2018), nuestra balanza es deficitaria. Chequearemos tenencias en la marcha y evaluaremos dentro de cuatro años. Claro, esta es una lista limitada de indicadores.

Luis Napoleón de Armas P.

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