En un importante paso hacia la protección ambiental, las Corporaciones Autónomas Regionales de La Guajira (Corpoguajira) y del Cesar (Corpocesar) han oficializado la adopción del Plan de Ordenación y Manejo de la Cuenca Hidrográfica (POMCA) del río Alto Cesar, el lunes 18 de marzo.
El POMCA del río Alto Cesar son acciones estratégicas para la restauración de áreas degradadas, la conservación de los ecosistemas existentes y la implementación de medidas preventivas que eviten futuros daños ambientales. El río Cesar recorre 280 km entre los departamentos de La Guajira y el Cesar en 11 municipios: San Juan del Cesar, Villanueva, Urumita y La Jagua del Pilar en La Guajira; y Valledupar, San Diego, La Paz, El Paso, Astrea, Chiriguaná y Chimichagua en el Cesar, junto con sus afluentes conforma una cuenca que se encuentra localizada al sureste de la Sierra Nevada de Santa Marta y al occidente de la Serranía de Perijá con una extensión aproximada de 1.776.900 hectáreas.
Este enfoque busca mitigar los problemas que enfrenta la cuenca, como la deforestación, la contaminación y los conflictos por el uso del agua. Además, el plan promueve el uso sostenible de los recursos hídricos, alineándose con la Política Nacional para la Gestión Integral del Recurso Hídrico y el Decreto 1640 de 2012, que regula la planificación y manejo de cuencas hidrográficas en Colombia.
Según el documento de Trabajo sobre Economía Regional, capítulo Río Cesar del Banco de la República en el 2013 sobre las problemáticas del río, se encuentra que “en la mayoría de los casos atraviesa zonas rurales, corregimientos que carecen de servicios públicos”, situación que no ha mejorado a 2025.
“En casi todos los municipios las actividades económicas principales son la agricultura y la ganadería, excepto por El Paso y Chiriguaná, donde es la minería. En Valledupar y La Paz se vierten las aguas residuales en el río, luego de que estas hayan sido tratadas en sus respectivos sistemas de lagunas de oxidación. En ambos casos estos sistemas no remueven el porcentaje de carga contaminante exigido por la ley”, afirma el estudio del Banco de la República.
Rol de Corpocesar
Corpocesar ha establecido un enfoque participativo que involucra activamente a las comunidades locales. Según Libardo Lascarro, coordinador GIT para el ordenamiento ambiental y territorial de Corpocesar, este proceso se desarrolla a través de consejos de cuenca y mesas temáticas, donde se abordan aspectos socioeconómicos y ambientales. “La participación es un mecanismo dinamizador del control social, promovido desde diversas instancias, incluyendo la educación ambiental”, afirmó Lascarro.
Los beneficios esperados de esta participación incluyen la recuperación de ecosistemas, mejora de la calidad del agua y del bosque, lo que a su vez mejora la calidad de vida de los habitantes. Además, los proyectos de restauración ambiental generan oportunidades laborales para la comunidad local, contribuyendo al desarrollo económico regional. El coordinador de Corpocesar contó que la entidad ha diseñado una política de participación ciudadana que busca fortalecer la gestión institucional a través de espacios participativos en el ciclo de la gestión pública.
En cuanto a la protección de ecosistemas compartidos como la Sierra Nevada de Santa Marta y la Serranía de Perijá, Corpocesar y Corpoguajira están desarrollando estrategias de planificación para el uso sostenible de los recursos naturales. Esto incluye la creación de herramientas de planificación y proyectos orientados a la recuperación ambiental, en colaboración con municipios y el gobierno central. Sin embargo, Corpocesar enfrenta desafíos como la falta de recursos y la limitada voluntad política de los entes territoriales, que se intentan superar a través de la gobernanza y la colaboración interinstitucional.
Impacto positivo en las comunidades locales
La cuenca del río Alto Cesar es vital para las comunidades que dependen de ella para el consumo humano, la agricultura y otras actividades productivas. Sin embargo, su estado actual requiere intervenciones urgentes para garantizar su sostenibilidad.
El POMCA aborda estas necesidades mediante procesos como la zonificación ambiental, que identifica áreas prioritarias para intervención, y estrategias integradas de gestión del riesgo y adaptación al cambio climático. Además, fomenta una participación activa de las comunidades locales en los procesos de planificación, asegurando que sus necesidades sean atendidas.
Compromiso interinstitucional por ecosistemas compartidos
Durante la reunión en la que se oficializó el plan, Corpoguajira y Corpocesar reafirmaron su compromiso con la protección de ecosistemas estratégicos compartidos como la Sierra Nevada de Santa Marta y la Serranía de Perijá.
Ambas corporaciones acordaron fortalecer su cooperación mediante mesas técnicas conjuntas, espacios de diálogo con las comunidades locales y el desarrollo de capacidades técnicas en sus respectivas jurisdicciones. Este trabajo colaborativo busca garantizar un manejo integral de los recursos naturales en áreas donde confluyen sus competencias.
Resultados esperados y sostenibilidad
El POMCA tiene metas claras que incluyen mejorar significativamente la calidad del agua en la cuenca, reducir los niveles de degradación ambiental y aumentar la resiliencia frente a eventos climáticos extremos. Asimismo, busca fomentar una cultura de sostenibilidad entre los habitantes locales.
Con esta iniciativa conjunta, Corpoguajira y Corpocesar demuestran su compromiso con una gestión ambiental responsable que no solo protege el medio ambiente, sino también asegura un futuro sostenible para las comunidades que dependen directamente del río Alto Cesar.
Por: Katlin Navarro Luna /EL PILÓN