La intención del Gobierno Nacional de eliminarle tres ceros al peso colombiano que llevan los billetes que circulan en el país ha generado controversia en la sociedad. La idea ha sido acogida de manera positiva por algunos funcionarios públicos y agremiaciones del sector financiero, alegando razones técnicas, de utilidad y para la operatividad de las transacciones comerciales; mientras que académicos y gente del común aseguran que es un proceso inoficioso, que implicará gastos de más.
“Algunos economistas venden esta idea como una manera de manejar la presentación de la información contable en los estados financieros de las empresas, al indicar que estos registran una cantidad de ceros que los hace incompresibles para su lectura, análisis y estudio. Resulta llamativo cómo profesionales que no son contadores terminan buscando argumentos en los sistemas contables en lugar de buscarlos en la propia teoría económica para explicar los fenómenos de la moneda como medio de pago”, aseguró el contador público, especialista en revisoría fiscal y auditoría externa, José Rafael Daza Arias.
Otros profesionales que no son de la esfera de las ciencias económicas, pero si hacen parte de las esfera judicial, argumentan que este cambio en la denominación de los billetes serviría como una herramienta de política criminal para combatir a las grandes empresas criminales dedicadas al narcotráfico, debido a que su estructura financiera se encuentra representada en grandes caletas de dinero en efectivo que mantienen fuera del alcance de las autoridades judiciales por estar camufladas en sitios clandestinos que al verse expuestas al cambio monetario tendrían que ser sacadas de sus escondites con la finalidad de buscar convertirlas o cambiarlas por las nuevas denominaciones, lo cual sería una oportunidad para detectarlas y ejercer labores de aprensión por parte de las autoridades durante esa labor cambiaria.
Al respecto, Daza Arias manifiesta que “si una organización criminal logra con mucho éxito cambiar divisas obtenidas en sus empresas delictivas por pesos colombianos, cómo no va lograr cambiar billetes guardados en sus caletas por nuevos billetes con las denominaciones que se pondrán en circulación al suprimirles los ceros. Para una empresa criminal lo más difícil es traer divisas extranjeras a nuestro país como producto de sus actividades por fuera de la Ley, para más tarde cambiarlas por pesos colombianos y acceder a ellas como medio de intercambio comercial en sus tareas de blanqueo y lavado de activos”.
Ventajas
El experto de la Contaduría Pública, funcionario de la Fiscalía General de la Nación de Valledupar, quien analizó el tema a través de EL PILÓN aseguró que entre las principales consecuencias que se pueden considerar de esta medida están:
* El consumidor se beneficia de la portabilidad al disponer de billetes y monedas de menores denominaciones en los bolsillos para atender las compras habituales de consumo.
* Es más fácil sacar las cuentas con operaciones sin tantos ceros en las transacciones.
* Simplificación en las operaciones económicas y registros transaccionales en las empresas al evitar tanta digitación de cifras con muchos ceros.
* No habrá un proceso de dolarización, lo que normalmente sucede cuando se pierde confianza en la moneda local, lo cual afectaría la autonomía monetaria del Banco de la República como banco emisor.
* Se produciría un impacto psicológico en la mente de los colombianos, pues considerarían como una ganancia al ver disminuido sus deudas contraídas.
* No representa un mayor cambio y de impulso a la industria local.
* Facilitaría la comprensión de cifras como la del déficit fiscal, que en el momento es complicada de entender por la magnitud de cifras que tiene su cuantificación.
Desventajas
Entre las desventajas más notorias para los colombianos, de acuerdo con Daza Arias está:
* El sobrecosto que deberá asumir el Gobierno para imprimir nuevos billetes y acuñar monedas de baja denominación.
* El revolcón tecnológico que implicaría adaptar los sistemas de pago en las cajas registradoras y los datafonos en los establecimientos de comercio para incluir la nueva unidad monetaria.
* El costo en el cambio de las etiquetas de precio en los inventarios de las empresas.
* Las modificaciones en el software propio de los cajeros electrónicos en los bancos; de las máquinas dispensadoras de productos alimenticios para consumo en oficinas; de las máquinas de juego en los casinos, en las cuales se deben hacer cambios para su operatividad con las nuevas denominaciones de los billetes de baja denominación.
* La liquidación de los créditos comerciales y de los créditos hipotecarios para los usuarios del sector bancario al hacer reconversión de los intereses ante el nuevo peso.
* Los artículos que cuesten entre $200 o $500 serían los más proclives a incrementar su valor, una vez pasen a costar 2 centavos o 5 centavos, lo que generaría un impulso inflacionario.
* Habría que regresar a la época de las monedas de un centavo, de 10, 20 y 50 centavos, lo cual implicaría que la industria textil tendría que diseñar y hacer bolsillos mejor reforzados en costuras para suportar el peso de estas monedas en las prendas de vestir, lo cual incrementaría su costo de adquisición.
* El alto costo de la campaña publicitaria y de orientación a la población para educarlos en la familiarización de la nueva unidad monetaria y evitar confusiones en cuanto a entender las relaciones entre los precios y el valor de los artículos.
* Se produciría un impacto psicológico en los colombianos, pues considerarían como una pérdida de valor sus propiedades.
* Se incrementaría la importación y la demanda interna de minerales tales como: el cobre, el níquel, aluminio y el zinc para hacer las aleaciones a base de estos metales y poder acuñar nuevas monedas con denominaciones menores.
RECUADRO
El 16 de marzo presentarán proyecto
El presidente Juan Manuel Santos anunció que el proyecto de Ley que busca eliminar los tres ceros del peso colombiano se presentará al Congreso de la República el próximo 16 de marzo.
El mandatario informó que esta medida se venía estudiando desde el año 2015, pero se “puso en el congelador” por recomendación del Banco de la República. “Con el Banco de la República acordamos que cuando La inflación volviera a estar dentro de la franja, nosotros podríamos presentar el proyecto”, indicó el jefe de Estado.
Así mismo, explicó que el Gobierno ya venía tomando algunas medidas para disminuir los costos de impresión de los nuevos billetes. “Vamos a ver cuánto se demora el Congreso en aprobarlo, ya tenemos unos pasos que hemos dado, por ejemplo: el nuevo billete no tiene ceros, entonces ya nos estábamos preparando para que no tuviéramos que imprimir un número muy importante de billetes, eso ahorra costos, o sea que ya nos veníamos preparando para eso”, explicó el presidente.
“Yo creo que en seis meses, si se aprueba esto en los próximos cuatro o cinco meses, podemos ver un cambio que, como todo cambio de esta naturaleza, tiene que ser gradual; esto no puede ser de un día para otro, esto hay que planearlo muy bien”, agregó. Igualmente, el mandatario calificó de “muy positivo” el efecto colateral que tendría esta medida en la desvalorización de las caletas que tienen los grupos criminales.
Además, el jefe de Estado escribió sobre el tema en su cuenta de twitter: “Gracias a que se controló la inflación, retomamos, con apoyo del @BancoRepublica, la idea de quitarle tres ceros al peso”.