Terminando periodo los concejales fueron sorprendidos con la decisión en segunda instancia que resuelve el recurso de apelación interpuesto contra la sanción de destitución e inhabilidad impuesta por la procuraduría regional del Cesar, esto quiere decir que los 16 concejales involucrados en la escogencia de Omar Contreras como contralor municipal deben abandonar la corporación una vez notificada la providencia y darle paso los que siguen en cada una de las listas por las que fueron inscritos.
Entre los que aspiran ingresar al concejo por cuenta del Ministerio Público están otro grupo de jóvenes, estos deben observar con calma lo ocurrido para no cometer los mismos errores, al finalizar el año tienen que iniciar un proceso de selección para seleccionar personero y contralor municipal, asunto que llevó a la destitución de los actuales concejales; Valledupar espera que actúen con rectitud y no permitan el asomo de la mínima posibilidad de aceptar nombres de personas que hagan parte o hagan aportes a la campaña de quien resulte elegido alcalde o aquellos que incurran en causales de inhabilidad.
El tiempo es muy corto para los nuevos concejales, vienen momentos de turbulencia política por la campaña electoral que se aproxima, varios de ellos son candidatos a la misma corporación lo que puede provocar distracción de sus obligaciones. De los nuevos concejales conozco a varios muy preparados, conocen el sector público, con una decorosa trayectoria profesional y sin manchas personales; Omar Ditta, Jhon Jairo Díaz Carpio, Franklin Daza y Ricardo Vives son parte de los que pasan de la banca al terreno de juego, aprovechar el tiempo será su gran prueba de fuego si piensan repetir el próximo periodo. La gran deuda del concejo fue la ausencia de control político en muchos temas como la forma de inversión del presupuesto del municipio, la remodelación de la plaza Alfonso López, el desempleo que aumenta en Valledupar, un Pro Valledupar que no sirvió para nada, la constante inseguridad, contratos como cultura ciudadana y otros cuestionados convenios celebrados por esta administración deben pasar por un serio debate en el concejo municipal; importantes temas como estos no pueden pasar inadvertidos, entiendan el mensaje no solo el que está dando la procuraduría, también el que está gritando la ciudadanía ante un gobierno que no tuvo control ni fiscal ni político y se dedicó a derrochar recursos en inútiles proyectos dejando crecer los grandes problemas del municipio queriéndolos ocultar con desteñidas guayaberas de color naranja.