El desastre de la ruta del sol conllevó a que en el 2018 el entonces contralor general, Edgardo Maya Villazón, señalará, que: “La no terminación de la Ruta del Sol – tramo II, le cuesta a los colombianos cerca de $808 mil millones de pesos anuales” y agregó que las pérdidas diarias pueden ser de 2 mil 215 millones de pesos.
Nuevamente se plantea una reactivación de obras en torno a la Ruta del Sol, en este caso para el tramo tres, desde el pasado 20 de febrero y frente al cual el actual contralor general Carlos Felipe Córdoba muestra especial interés en que no se den prórrogas.
Por lo anterior, invito al doctor Córdoba a que sea riguroso en exceso, que el control fiscal que denomina “compromiso Colombia” corresponda a un control fiscal periódico, detallado, con cifras y nivel de avance físico y financiero; controlar los 3.4 billones de pesos comprometidos por la Agencia Nacional de Infraestructura – ANI con el fin de reactivar este paquidérmico proyecto.
Señor contralor, necesitamos un control fiscal en tiempo real y que en audiencias públicas, a instancia de la CGR, el contratista y la ANI rindan cuentas permanentes a la ciudadanía de los municipios comprendidos entre los tramos de San Roque – Ye de Ciénaga y Valledupar – Carmen de Bolívar.
La ciudadanía de los municipios comprometidos y de la región no entiende cómo a la fecha el avance en el sector tres de esta ruta es sólo de 157 kilómetros de segunda calzada no continuos y de la vía existente solamente se ha mejorado 143 kilómetros. Un lento avance general de 32 % de la obra.
La reactivación de la ruta en el sector tres que se llevó a cabo en el municipio de Bosconia, no puede ser un asunto meramente formal o decorativo y mucho menos un asunto menor, el control fiscal que lleve a cabo la Contraloría tampoco puede ser un mero asunto de audiencias públicas.
De la Contraloría, y del contralor general como cabeza de entidad, depende que el contratista entienda que se debe cumplir con los cronogramas de obra y que ahora sí se cumpla el objeto del contrato y las obligaciones en el estipuladas.
Según el entonces Contralor Maya Villazón, “la no terminación de las obras de infraestructura del proyecto Ruta del Sol (…) es un ejemplo palpable y vergonzoso de hasta qué punto la corrupción, a través de sobornos (…) puede entorpecer el desarrollo del país”, por ello, me atrevo a solicitarle a usted contralor Córdoba que sea el guardián de la vía y quien nos saque de semejante fracaso, pero que también solicite a sus subalternos que el control fiscal que lleven a cabo sea riguroso y exigente. El país no aguanta más titulares de noticias desafortunadas en torno a este tema.