Es costumbre que todos los fines de año las autoridades locales implementen el ya conocido Plan Navidad, el cual constituye una serie de medidas encaminadas a garantizar la seguridad a la ciudadanía, en especial en las zonas céntricas y comerciales de Valledupar.
En lo correspondiente a este año 2022 todavía ese plan no se ha oficializado, pero sí se anticiparon algunas medidas por parte del alcalde Mello Castro González, quien acaba de emitir el Decreto N° 000968, por medio del cual se restringe la circulación de motocicletas de cualquier modalidad y cilindraje, incluyendo cuatrimotos, tricimotos, motocarros y bicicletas de pedaleo con motor asistido, en la zona céntrica de la ciudad durante los días hábiles de la semana en el horario comprendido entre las 6:00 a.m. y las 7:00 p.m.
Como se puede observar estas medidas afectan a ciertos sectores específicos, en especial a todos aquellos cuyo transporte se soporte en el uso de las motocicletas, también buena parte de las personas dedicadas al comercio en esas zonas de la ciudad siempre se muestran en contra de este tipo de restricciones, pero precisamente a ese tipo de actividades les es de utilidad que se garantice el control del tráfico y la seguridad ciudadana en los entornos de sus negocios.
Este tipo de medidas deben recibirse de la mejor manera y no ser satanizadas por el sector comercio y la misma ciudadanía, siempre se debe pensar primero en el concepto de ciudad que queremos, esta debe ser para la gente antes que para los vehículos.
Además, los comerciantes de la zona céntrica deberán tener en cuenta que solo si se cuenta con unas buenas condiciones de seguridad y unos aceptables niveles de comodidad, en los sitios donde funcionan sus respectivos establecimientos comerciales, con mucha probabilidad llegará más públicos o clientes a sus negocios, lógicamente que eso les permitiría mayores ventas.
Pero el listado de razones favorables para ciudad con esas medidas es bastante largo, por ello consideramos que el decreto municipal más bien se quedó un poco corto, este debió establecer también restricciones para el resto de vehículos y no solo para las motocicletas, que bueno sería ver toda la zona céntrica despejada y poder caminar tranquilamente en compañía de varios miembros de la familia, amigos y toda clase de grupos de personas en función de compras o cualquier otra actividad propia del fin de año.
Valledupar se creció en extensión y población y como tal hay que comenzar a mirarla, ya no es el pueblo aquel de “casitas de bahareques”, ya es una ciudad en la que deben prevalecer las normas que aseguren el bienestar de todos, además de proyectar una buena imagen para propios y visitantes.